Los seguros de baja laboral se han convertido en una parte esencial de la protección social de muchos países. El objetivo de este tipo de seguros es proteger a los trabajadores y sus familias contra los efectos económicos adversos de la pérdida de ingresos derivada de una incapacidad temporal para el trabajo. Por lo general, el seguro de baja laboral cubre una parte de los ingresos perdidos y puede proporcionar beneficios adicionales, como subsidios para el pago de cuotas médicas.
En la mayoría de los casos, el seguro de baja laboral está financiado mediante una combinación de cotizaciones de los trabajadores y de sus empleadores, así como de impuestos. Los beneficios del seguro de baja laboral suelen estar condicionados a un período de carencia, que es el tiempo que debe pasar un trabajador antes de que pueda acceder a ellos. También pueden estar sujetos a un límite de tiempo, por ejemplo, un año o dos.
En algunos países, el seguro de baja laboral está vinculado a la prestación por desempleo, lo que significa que los beneficios seguirán siendo pagados después de que el trabajador haya agotado su derecho a la prestación por desempleo. En otros países, el seguro de baja laboral es un seguro independiente y no está vinculado a la prestación por desempleo.
En algunos casos, el seguro de baja laboral puede ser complementario a otras formas de protección, como seguros privados o de grupo. Por ejemplo, un trabajador puede tener un seguro privado que cubra el 100% de sus ingresos, pero el seguro de baja laboral puede proporcionar un subsidio adicional para ayudar a pagar las cuotas médicas.