Un seguro por incapacidad es un seguro que cubre una parte de los ingresos perdidos si una persona se ve incapaz de trabajar debido a una enfermedad o lesión. El seguro por incapacidad generalmente se ofrece como un beneficio adicional de un seguro de salud o seguro de vida, aunque también se puede comprar de forma independiente. ¿Cómo funciona un seguro por incapacidad? Un seguro por incapacidad cubre una parte de los ingresos perdidos si una persona se ve incapaz de trabajar debido a una enfermedad o lesión. La cobertura puede ser temporal o permanente, y el pago se realiza en forma de una pensión mensual. ¿Quién necesita un seguro por incapacidad? Un seguro por incapacidad puede ser un beneficio útil para cualquier persona que trabaje, especialmente aquellos con un trabajo que requiere un alto nivel de habilidad o aquellos que no tienen un seguro de salud.
Un seguro de incapacidad es una póliza de seguro que cubre una parte de la pérdida de ingresos de una persona si se ve incapacitada para el trabajo debido a una enfermedad o lesión. El propósito de este tipo de seguro es proteger a las personas de los efectos económicos adversos de la incapacidad, y muchos seguros de incapacidad están diseñados para cubrir una porción del salario perdido.
Al contratar un seguro de incapacidad, es importante tener en cuenta el propósito para el cual se está comprando la cobertura. Por ejemplo, algunos seguros de incapacidad están diseñados para proteger solo los ingresos, mientras que otros pueden proporcionar beneficios adicionales, como la cobertura de los gastos médicos. También es importante comprender cómo funciona el seguro de incapacidad, ya que hay diferentes tipos de pólizas con diferentes niveles de cobertura.
En general, los seguros de incapacidad se clasifican en cuatro categorías: los seguros de incapacidad a corto plazo, los seguros de incapacidad a largo plazo, los seguros de incapacidad por discapacidad y los seguros de vida con cobertura de invalidez.
Los seguros de incapacidad a corto plazo cubren una parte de los ingresos perdidos durante un período determinado de tiempo, generalmente de tres meses a un año. La mayoría de las pólizas de seguro de incapacidad a corto plazo requieren que la persona asegurada esté incapacitada para el trabajo antes de que la cobertura entre en vigencia, y la cobertura se proporciona solo si la persona no puede realizar ninguna otra actividad laboral.
Los seguros de incapacidad a largo plazo cubren una parte de los ingresos perdidos durante un período de tiempo más largo, generalmente de uno a cinco años. Algunas pólizas de seguro de incapacidad a largo plazo requieren que la persona asegurada esté incapacitada para el trabajo antes de que la cobertura entre en vigencia, mientras que otras pólizas pueden proporcionar beneficios si la persona no puede realizar su trabajo habitual.
Los seguros de incapacidad por discapacidad cubren una parte de los ingresos perdidos si la persona asegurada se ve incapacitada para el trabajo debido a una enfermedad o lesión. La cobertura por discapacidad generalmente está disponible para aquellos que califican para recibir beneficios del Seguro Social por incapacidad, y la mayoría de las pólizas requieren que la persona asegurada esté incapacitada para el trabajo antes de que la cobertura entre en vigencia.
Los seguros de vida con cobertura de invalidez proporcionan un beneficio en efectivo a los beneficiarios si la persona asegurada muere o se ve incapacitada para el trabajo debido a una enfermedad o lesión. La cobertura de invalidez generalmente está disponible para aquellos que califican para recibir beneficios del Seguro Social por invalidez, y la mayoría de las pólizas requieren que la persona asegurada esté incapacitada para el trabajo antes de que la cobertura entre en vigencia.
Cuando un trabajador se encuentra enfermo y no puede acudir a su puesto de trabajo, tiene derecho a cobrar una prestación por incapacidad temporal (IT), también conocida como baja laboral. Esta prestación está cubierta por el Seguro de Enfermedad y Maternidad de la Seguridad Social y se puede solicitar tanto en régimen general como en autónomos.
La cuantía de la prestación por IT en el régimen general es del 75% de la base reguladora, es decir, de lo que percibe el trabajador de media en los últimos meses. En el caso de los autónomos, la cuantía es del 60% de la base reguladora.
Para tener derecho a cobrar la prestación por IT, el trabajador debe haber cotizado un mínimo de 360 días en los últimos 5 años o, en el caso de los autónomos, un mínimo de 300 días en los últimos 5 años.
La prestación por IT tiene una duración máxima de 365 días. Si el trabajador está incapacitado para el trabajo durante más de 365 días, deberá solicitar la prestación por invalidez.
La prestación por IT se puede solicitar a través de la Seguridad Social, en la oficina más cercana. Para ello, es necesario presentar el certificado médico que acredite la baja laboral.