Cuando se produce un choque en el que hay daños materiales, es frecuente que los afectados se pongan de acuerdo para redactar un parte amistoso. Si bien es cierto que esto supone un ahorro de costes y de trámites, lo cierto es que hay que tener mucho cuidado con esta cuestión.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que, en el momento en el que se produce el accidente, es el seguro el que cobra los daños materiales. Por lo tanto, no tiene sentido que el afectado pague de su bolsillo los daños ocasionados. Lo mismo ocurre con los daños personales; es el seguro el que debe hacerse cargo de los gastos médicos generados por el accidente.
En segundo lugar, es importante tener en cuenta que, en el caso de que se produzca una cancelación de la póliza por no declarar el siniestro, el asegurado puede quedar expuesto a responsabilidades civiles muy graves. Es decir, si se produce un accidente y no se declara, y el otro conductor sufre daños, el primero puede ser demandado y, en consecuencia, tener que pagar una indemnización muy elevada.
En definitiva, aunque redactar un parte amistoso pueda suponer un ahorro a corto plazo, lo cierto es que puede traer problemas a largo plazo. Es por ello que, en la medida de lo posible, lo mejor es no hacerlo y dejar que el seguro se haga cargo del siniestro. De esta forma, se evitarán problemas a largo plazo.
Muchas personas creen que el "ay" y el "b" en una parte amistosa son los mismos, pero esto no es cierto. El "ay" es una persona que está a cargo de la administración de la parte, mientras que el "b" es una persona que se encarga de la logística de la misma. En la mayoría de los casos, el "ay" es el que se encarga de la planificación de la parte, mientras que el "b" se encarga de hacer que todo funcione correctamente el día de la fiesta. Sin embargo, esto no siempre es así, y a veces el "b" también puede ayudar a planificar la parte. En cualquier caso, el "ay" y el "b" son dos personas muy importantes en una parte amistosa, y sin ellos, la fiesta probablemente no sería posible.
Ay es una persona que está a cargo de la administración de la parte, mientras que b se encarga de la logística. En la mayoría de los casos, ay es el que se encarga de la planificación de la parte, mientras que b se encarga de hacer que todo funcione correctamente el día de la fiesta. Sin embargo, esto no siempre es así, y a veces b también puede ayudar a planificar la parte. En cualquier caso, ay y b son dos personas muy importantes en una parte amistosa, y sin ellos, la fiesta probablemente no sería posible.
Los accidentes de tráfico son una realidad cotidiana en muchos países y, aunque la mayoría de ellos son de poca importancia, algunos pueden tener consecuencias graves. En el caso de un accidente con daños materiales, la pregunta que surge inmediatamente es: ¿quién va a pagar los gastos?
La responsabilidad por los daños causados en un accidente de tráfico suele recaer sobre el conductor del vehículo implicado. Esto significa que, en la mayoría de los casos, será el seguro del conductor el que se haga cargo de los gastos. No obstante, hay algunas excepciones a esta regla.
Por ejemplo, en el caso de que el conductor del vehículo implicado en el accidente no tenga seguro, o bien si el seguro no cubre los daños causados, será el propietario del vehículo el que tenga que hacer frente a los gastos. También será el propietario del vehículo quien se haga cargo de los gastos si el conductor del vehículo no está identificado, como puede ocurrir en el caso de un accidente con un vehículo sin matrícula.
En el caso de que el conductor del vehículo implicado en el accidente no sea el propietario, y éste último no tenga seguro, será el conductor quien tenga que hacer frente a los gastos. No obstante, en el caso de que el conductor tenga un seguro, este se hará cargo de los gastos, aunque el propietario del vehículo también tendrá que hacer frente a una serie de gastos, como la franquicia del seguro.
En el caso de que el vehículo implicado en el accidente sea robado, el seguro del vehículo se hará cargo de los gastos, aunque el propietario del vehículo tendrá que hacer frente a una serie de trámites, como la denuncia del robo.
En el caso de que el vehículo implicado en el accidente sea alquilado, será el arrendador del vehículo quien se haga cargo de los gastos. No obstante, en el caso de que el conductor del vehículo tenga un seguro, este se hará cargo de los gastos, aunque el arrendador del vehículo también tendrá que hacer frente a una serie de gastos, como la franquicia del seguro.
En caso de siniestro, el asegurado deberá contactar inmediatamente a la compañía de seguros para notificar el evento y solicitar la asistencia de un perito. A continuación, se detalla el procedimiento a seguir en caso de siniestro:
Una vez recibida la notificación, la compañía de seguros deberá designar un perito cuyo cometido será el de evaluar los daños ocasionados y establecer el importe de la indemnización. En el caso de que el asegurado esté en desacuerdo con la valoración del perito, podrá solicitar una segunda opinión a un perito designado por la compañía de seguros.
En el supuesto de que el perito designado por la compañía de seguros confirme la valoración del daño, la indemnización será abonada en un plazo máximo de 3 meses desde la notificación del siniestro. No obstante, en el caso de que el asegurado esté en desacuerdo con la valoración del perito, podrá solicitar una segunda opinión a un perito designado por la compañía de seguros.
En el supuesto de que el perito designado por la compañía de seguros confirme la valoración del daño, la indemnización será abonada en un plazo máximo de 3 meses desde la notificación del siniestro.
Si usted ha sido víctima de un choque y no tiene la culpa, lo primero que debe hacer es mantener la calma y tratar de evaluar la situación. Si usted o alguien más resultó herido, lo primero es llamar a una ambulancia. Si el daño es solo material, lo primero es tomar unas fotografías del daño a su vehículo y de la escena del accidente. Luego, debe buscar a la otra persona involucrada y tratar de obtener su nombre, número de teléfono y la información de seguro. Es importante no admitir ninguna culpa, ya que esto podría afectar su caso más adelante. Si hay testigos, anote sus nombres y números de contacto. Luego, llame a la policía y solicite un informe de accidentes. Es posible que necesite esto más adelante para presentar un reclamo a su seguro.
Una vez que haya hecho todo lo anterior, debe llamar a su seguro y reportar el accidente. Si la otra persona involucrada no tiene seguro, o si el daño es más allá de lo que cubre su seguro, puede que tenga que presentar una demanda. Si esto es necesario, es importante que busque a un abogado con experiencia en accidentes de automóviles para que lo represente.