El tomador de la póliza de seguro es la persona que solicita y compra el seguro. El asegurado es la persona o entidad que está protegida por el seguro, y el beneficiario es la persona que recibe los beneficios del seguro en caso de que ocurra una covered event (un evento que está cubierto por el seguro).
El tomador o contratante es la persona física o jurídica que contrata los servicios de una aseguradora. En consecuencia, será el beneficiario de las prestaciones de la póliza, si se produce el siniestro asegurado.
Por lo tanto, debe tener en cuenta que el tomador del seguro será el responsable de abonar la prima establecida en el contrato y, en consecuencia, será el beneficiario de las prestaciones que se deriven de él, en caso de siniestro.
La figura del tomador del seguro se diferencia de la del asegurado, que es la persona física o jurídica que resulta perjudicada por el siniestro asegurado. En este caso, el asegurado recibirá una indemnización por los daños sufridos.
En resumen, el tomador del seguro es la persona que contrata los servicios de la aseguradora y, por lo tanto, será el beneficiario de las prestaciones que se deriven del contrato en caso de siniestro. Mientras que el asegurado es la persona física o jurídica perjudicada por el siniestro, que recibirá una indemnización por los daños sufridos.
Los datos del tomador son los datos personales de la persona que contrata un seguro. En la mayoría de los casos, el tomador y el asegurado son la misma persona, pero no tiene por qué ser así. Por ejemplo, una persona puede contratar un seguro de vida para su cónyuge o hijos. En este caso, el tomador sería la persona que contrata el seguro y el asegurado sería la persona a la que se le hace el seguro.
Los datos del tomador suelen incluir la edad, el estado civil, la dirección y el número de teléfono. También se solicitará información sobre el estado de salud del tomador y si fuma o no. En algunos casos, se solicitará información sobre el historial médico familiar del tomador. Esta información es necesaria para que la compañía de seguros pueda evaluar el riesgo de contratar un seguro para el tomador.
La mayoría de las compañías de seguros requieren que el tomador proporcione esta información antes de contratar un seguro. Sin embargo, algunas compañías de seguros permiten que el tomador proporcione esta información después de contratar el seguro. En este caso, la compañía de seguros usará esta información para determinar si el seguro es válido o no.