Los siniestros en seguros son eventos que causan una pérdida para la aseguradora y, por ende, para el asegurado. Estas pérdidas pueden ser materiales, como un daño a la propiedad, o personales, como una lesión. Los siniestros son el motivo por el cual se contrata un seguro, ya que la aseguradora se compromete a cubrir las pérdidas del asegurado en caso de que ocurran.
Normalmente, los siniestros son cubiertos por la aseguradora si el asegurado cumple con todos los requisitos del contrato y ha pagado la prima correspondiente. No obstante, existen algunas situaciones en las que el asegurado puede quedar exento de responsabilidad, como en el caso de un robo.
Los siniestros pueden ser leves, como una grieta en una pared, o graves, como un incendio. También pueden ser cubiertos parcialmente, como en el caso de un daño parcial a la propiedad, o en su totalidad, como en el caso de una muerte. En cualquier caso, el asegurado debe informar a la aseguradora de inmediato para que se pueda evaluar la situación y tomar las medidas necesarias.
Un siniestro es un evento o suceso, generalmente desafortunado, que causa daños materiales o personales. Los siniestros pueden ser provocados por el hombre o por la naturaleza, y pueden ser prevenidos o no. Algunos ejemplos de siniestros son los accidentes de tráfico, las inundaciones, los terremotos, los incendios y las erupciones volcánicas.
Los siniestros a menudo tienen consecuencias económicas, sociales y ambientales adversas. Por ejemplo, una inundación puede destruir viviendas y bienes, interrumpir el suministro de agua potable y causar enfermedades. Los siniestros pueden también causar víctimas mortales y heridos.
En algunos casos, los siniestros pueden ser utilizados como argumento político o religioso. Por ejemplo, algunos creen que los terremotos son un castigo divino por el pecado. También se ha argumentado que los siniestros naturales son el resultado del cambio climático provocado por el hombre.
Los siniestros pueden tener un impacto psicológico profundo en las personas que los sufren. Los sobrevivientes a un siniestro a menudo experimentan trastornos del estado de ánimo, insomnio, pesadillas, flashbacks y estrés postraumático.
Los accidentes son eventos repentinos e inesperados que suceden sin que nadie lo quiera o lo provoque y que causan daños o lesiones a las personas o a los bienes. Los siniestros, por otro lado, son eventos que ocurren como consecuencia de una acción u omisión del asegurado y que están cubiertos por un seguro.
Por ejemplo, si una persona camina por la calle y sufre un accidente porque alguien le empuja, se trata de un accidente. Sin embargo, si esa misma persona cae porque no prestó atención al suelo o porque estaba borracha, se trata de un siniestro, ya que esa persona habrá cometido una acción u omisión que habrá provocado el daño.
Los accidentes están cubiertos por la mayoría de los seguros de responsabilidad civil, mientras que los siniestros están cubiertos por los seguros de hogar, de automóvil, de salud, etc.