Las prestaciones por desempleo, también conocidas como PIAS, son unas ayudas que el Estado español otorga a aquellas personas que están en paro y cumplen unos requisitos determinados. En concreto, las prestaciones por desempleo se dividen en tres grandes grupos:
Para acceder a las prestaciones por desempleo es necesario estar inscrito como demandante de empleo en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y no estar cobrando otra prestación por desempleo ni estar realizando una actividad laboral remunerada.
En cuanto a los requisitos contributivos, para acceder a las prestaciones por desempleo es necesario haber cotizado durante un mínimo de 360 días en los últimos cinco años o haber cotizado durante un mínimo de 180 días en los últimos dos años si el trabajador tiene menos de 25 años. También es necesario que el trabajador haya perdido su empleo involuntariamente, es decir, que haya sido despedido o que haya finalizado su contrato por causas ajenas a su voluntad.
En cuanto a las prestaciones no contributivas, para acceder a estas ayudas es necesario no tener ingresos suficientes para mantenerse y no ser titular de otras prestaciones por desempleo o por invalidez. También es necesario estar inscrito como demandante de empleo en el SEPE.
Por último, en cuanto a las prestaciones especiales, estas se conceden a determinados colectivos de trabajadores, como los autónomos. Para acceder a estas ayudas es necesario haber cotizado durante un mínimo de 12 meses en los últimos 24 meses y haber perdido la actividad por causas ajenas a su voluntad. También es necesario no estar cobrando otra prestación por desempleo ni estar realizando una actividad laboral remunerada.
Los PIAS, Plan de Inversión en Activos Subyacentes, son una forma de invertir a largo plazo en una cartera de activos, ya sean acciones, renta fija o fondos de inversión. La rentabilidad de un PIAS depende de la evolución de los activos en los que se invierte, pero suele ser superior a la de una inversión a plazo fijo.
Al invertir en un PIAS, el inversor se compromete a mantener su inversión durante un periodo de tiempo determinado, generalmente de 5 a 10 años. A cambio, recibe una rentabilidad preferente sobre la inversión, que puede ser fija o variable. La rentabilidad de un PIAS es muy dependiente de la evolución de los activos en los que se invierte, por lo que es importante seleccionar una cartera de activos adecuada.
En general, la rentabilidad de un PIAS suele ser superior a la de una inversión a plazo fijo. Sin embargo, el riesgo de inversión es también mayor, ya que la evolución de los activos en los que se invierte puede ser muy volátil. Por ello, es importante seleccionar cuidadosamente los activos en los que se va a invertir y tener una horizonte de inversión adecuado.
Los PIAS de La Caixa se podrían definir como una herramienta de inversión a largo plazo que brinda a los clientes la posibilidad de adquirir rentabilidad a través de la revalorización del capital invertido, de forma que se generen rendimientos periódicos en función de los resultados de la cartera de inversiones.
La principal característica de este producto es que ofrece una rentabilidad variable, lo que significa que los rendimientos estarán en función de la evolución de la cartera de inversiones y, por lo tanto, serán más o menos altos en función de los resultados obtenidos.
Otro de los aspectos a tener en cuenta es que los PIAS de La Caixa permiten invertir a partir de un mínimo de 1.000 euros, aunque el importe máximo a invertir dependerá de las características del producto en concreto.
Por último, cabe destacar que los PIAS de La Caixa están disponibles para particulares y empresas y que, en algunos casos, se pueden contratar a través de internet o de la app de La Caixa.
A la hora de ahorrar para una jubilación, muchas personas se preguntan si es mejor invertir en un plan de pensiones o en un plan de ahorro. La respuesta a esta pregunta depende de muchos factores, como la edad, el estado de salud, los ingresos y el estilo de vida. Aquí te damos algunos consejos para que puedas tomar la mejor decisión para ti.
Un plan de pensiones es una inversión a largo plazo, en la que se invierte el dinero que se ahorra para la jubilación. Los planes de pensiones se pueden contratar a través de entidades financieras, como bancos, aseguradoras o sociedades de inversión. Hay diferentes tipos de planes de pensiones, según la manera en que se invierte el dinero y las comisiones que cobran las entidades financieras.
Un plan de ahorro es una inversión a corto o medio plazo, en la que se invierte el dinero que se ahorra para la jubilación. Los planes de ahorro se pueden contratar a través de entidades financieras, como bancos, aseguradoras o sociedades de inversión. Hay diferentes tipos de planes de ahorro, según la manera en que se invierte el dinero y las comisiones que cobran las entidades financieras.
La principal diferencia entre un plan de pensiones y un plan de ahorro es el plazo de inversión. Los planes de pensiones se contratan a largo plazo, mientras que los planes de ahorro se contratan a corto o medio plazo. Otro factor a tener en cuenta es la manera en que se invierte el dinero. Los planes de pensiones suelen invertir el dinero en fondos de inversión, que a su vez invierten en acciones, bonos y otros activos financieros. Los planes de ahorro, por otro lado, suelen invertir el dinero en depósitos bancarios, que no suelen rendir mucho. Las comisiones también pueden ser un factor a tener en cuenta. Los planes de pensiones suelen cobrar comisiones más altas que los planes de ahorro.
La respuesta a esta pregunta depende de muchos factores, como la edad, el estado de salud, los ingresos y el estilo de vida. Si eres joven y tienes un estilo de vida activo, es posible que te convenga invertir en un plan de pensiones. Si eres mayor y tienes un estilo de vida más tranquilo, es posible que te convenga invertir en un plan de ahorro. También es importante tener en cuenta los ingresos. Si tienes unos ingresos altos, es posible que te convenga invertir en un plan de pensiones. Si tienes unos ingresos bajos, es posible que te convenga invertir en un plan de ahorro. En cualquier caso, es importante que hables con un asesor financiero para que te asesore sobre la mejor opción para ti.
Los Planes de Ingresos Asociados al Sistema (PIAS) son planes de pensiones colectivos a los que cotiza el empresario y en los que participan los trabajadores. Estos planes tienen la particularidad de que el empresario no está obligado a cotizar a un plan de pensiones para sus trabajadores, sino que puede optar por cotizar a un PIAS. La principal ventaja de los PIAS para el empresario es que, a diferencia de los planes de pensiones, no tiene que hacer frente a los costes de administración y gestión del plan.
Los PIAS se rigen por la Ley de Planes y Fondos de Pensiones, que establece que el rescate de los mismos está exento de impuestos. Así, el trabajador podrá recuperar el 100% de las aportaciones que haya realizado, así como de los rendimientos generados por dichas aportaciones. No obstante, en el caso de que el trabajador perciba una renta vitalicia, el importe de la misma estará sujeto a tributación en el momento en que se perciba.