Las entidades de seguros son compañías que ofrecen protección contra ciertos riesgos, como los accidentes, los daños a la propiedad o las enfermedades. Los seguros pueden ser obligatorios o voluntarios. En algunos países, las leyes establecen que ciertos seguros, como el seguro de automóviles, deben contratarse. En otros países, los seguros de vida y salud pueden ser obligatorios para los trabajadores. La mayoría de las personas contrata seguros voluntarios, como los seguros de vida y salud, para proteger a su familia en caso de que ellos fallezcan o enfrenten una enfermedad grave.
Las entidades de seguro libre son entidades aseguradoras que no pertenecen a ningún consorcio de seguros. No están sujetas a las directrices y las tarifas que rigen a las aseguradoras que sí pertenecen a dichos consorcios.
Las entidades de seguro libre pueden ofrecer precios más competitivos y una mayor flexibilidad en cuanto a las coberturas, ya que no están atadas a las tarifas y las directrices establecidas por los consorcios.
Sin embargo, las entidades de seguro libre suelen tener un menor número de asegurados y, por lo tanto, menos recursos para hacer frente a los siniestros.
Por lo tanto, es importante que, antes de contratar un seguro con una entidad de seguro libre, se haga una investigación exhaustiva de la misma para asegurarse de que es solvente y de que podrá hacer frente a los pagos en caso de siniestro.
Los seguros son una forma de protección económica que nos ayuda a afrontar un gasto imprevisto. Hay diferentes tipos de seguros según lo que queramos asegurar: nuestra salud, nuestro coche, nuestra vivienda, etc. A continuación, te contamos cuáles son los principales tipos de seguros que existen.
Este seguro nos protege ante gastos médicos que podamos tener. Hay diferentes tipos de seguros de salud, pero en general, cubren los gastos médicos, el hospital, la ambulancia, etc. Algunos seguros de salud también cubren las visitas a especialistas y el material médico que necesitemos.
Este seguro nos protege a nosotros y a nuestros seres queridos en caso de fallecimiento. Si fallecemos, nuestros seres queridos recibirán una renta mensual o una suma de dinero que les ayudará a hacer frente a los gastos. También existen seguros de vida que nos ayudan a pagar los gastos funerarios.
Este seguro nos protege ante los daños que pueda sufrir nuestra vivienda, como pueden ser un incendio, un robo o una inundación. También cubre los gastos de reparación o sustitución de los objetos que se hayan dañado o robado. En algunos casos, también cubre los gastos de alquiler si la vivienda tiene que ser habitada durante un tiempo.
Este seguro nos protege ante los daños que pueda sufrir nuestro coche en un accidente. También cubre los gastos de reparación o sustitución del vehículo. En algunos casos, también cubre los gastos de alquiler de un coche si el nuestro tiene que ser reparado.