Las cláusulas de un seguro son las condiciones que se establecen entre la aseguradora y el asegurado, y que rigen la relación contractual. En ellas se establece, entre otras cosas, qué riesgos están cubiertos, las obligaciones de las partes y los límites de la indemnización.
Una cláusula en seguros es una parte esencial de un contrato de seguro. Se define como una disposición específica dentro de un acuerdo de seguros que establece las obligaciones y responsabilidades de las partes involucradas. En la mayoría de los casos, una cláusula se refiere a una condición específica que debe cumplirse para que el seguro entre en vigor, o bien establece un límite en cuanto a la cantidad que el asegurador está obligado a pagar en caso de un siniestro.
En general, las cláusulas se dividen en dos categorías principales: las cláusulas de ejecución y las cláusulas de exclusión. Las cláusulas de ejecución se refieren a las condiciones que deben cumplirse para que el seguro entre en vigor. Por ejemplo, una cláusula de ejecución podría establecer que el seguro sólo cubrirá los daños ocasionados por un incendio si el propietario ha instalado un detector de humo en su hogar. Las cláusulas de exclusión, por otro lado, se refieren a aquellas condiciones en las que el seguro no cubrirá los daños. Por ejemplo, una cláusula de exclusión podría establecer que el seguro no cubrirá los daños ocasionados por un terremoto si el propietario vive en una zona conocida por su actividad sísmica.
En la mayoría de los casos, las cláusulas se redactan de manera que sean lo suficientemente amplias como para cubrir una amplia gama de eventualidades, pero lo suficientemente específicas como para excluir aquellas que el asegurador considere demasiado riesgosas o improbables. Es importante tener en cuenta que, si bien las cláusulas pueden parecer confusas y complicadas, en realidad son una parte esencial de todo contrato de seguros y deben ser leídas y comprendidas completamente antes de firmar cualquier documentación.
Seguro que, si has contratado un seguro en alguna ocasión, te has topado con alguna de estas famosas cláusulas abusivas en el contrato. Sabemos que leer un contrato de seguros es complicado y tedioso, y a veces es difícil saber si lo que estás firmando es lo correcto o no. Por eso, en este post vamos a intentar explicarte qué es una cláusula abusiva en un contrato de seguro, y cómo puedes evitar firmar una.
En primer lugar, debemos entender qué es una cláusula abusiva. Se trata de una estipulación del contrato que puede ser considerada desleal para el asegurado, y que está prohibida por la Ley de Contratos del Seguro. Las cláusulas abusivas son, por tanto, nulas de pleno derecho, y el asegurado no estará obligado a cumplirlas en ningún caso.
La finalidad de las cláusulas abusivas es la de limitación o exclusión de derechos y garantías que el asegurado tiene reconocidos en la Ley, y que son esenciales para la protección del mismo. Por eso, son consideradas como cláusulas restrictivas de derechos.
Por ejemplo, una cláusula abusiva podría ser aquella que excluye la cobertura del seguro en determinadas situaciones, como puede ser el robo de objetos de valor o en el caso de que el asegurado haya realizado un viaje a un país considerado como de riesgo. Otra cláusula abusiva podría ser aquella que limita el importe a percibir en caso de siniestro, por ejemplo, en el caso de un seguro de vida.
La Ley de Contratos del Seguro establece una serie de cláusulas que, por su carácter abusivo, no pueden ser incluidas en ningún contrato de seguro. Se trata de cláusulas que, si están presentes en el contrato, serán consideradas nulas de pleno derecho. Entre estas cláusulas abusivas podemos encontrar las siguientes:
Por tanto, si te encuentras ante un contrato de seguros en el que se incluyen algunas de estas cláusulas abusivas, debes saber que no estás obligado a firmarlo. Y si ya has firmado un contrato con cláusulas abusivas, debes saber que no estás obligado a cumplirlas. En cualquier caso, es recomendable que acudas a un abogado especialista en seguros para que te asesore sobre el particular.
Una póliza de seguros generalmente tiene cuatro condiciones: la condición de prima, la condición de entrega de la prima, la condición de aceptación y la condición de declaración verdadera.
La condición de prima indica el precio que debe pagarse por el seguro. La condición de entrega de la prima estipula el momento en que se debe hacer el pago. La condición de aceptación es el acuerdo entre el asegurado y el asegurador en el que se estipula que el asegurador se compromete a pagar el seguro si se produce el evento asegurado. Finalmente, la condición de declaración verdadera requiere que el asegurado proporcione información verdadera y completa sobre el riesgo asegurado.