Las condiciones CMR (Convención sobre los Contratos de Transporte Internacional de Mercancías por Carretera) regulan el contrato de transporte de mercancías por carretera a nivel internacional. La convención establece unas reglas comunes para el transporte de mercancías por carretera, a fin de simplificar y unificar este tipo de contratos. Asimismo, se establecen las responsabilidades del transportista y del consignatario en caso de pérdida o daño de las mercancías.
La Convención CMR se adoptó en mayo de 1956 en Ginebra (Suiza) y se entró en vigor el 4 de agosto de 1961. Hasta la fecha, se han adherido a ella más de 80 países.
En virtud de la Convención CMR, el transportista de mercancías por carretera internacional es responsable de las mercancías transportadas, salvo en los casos en los que se pruebe que la pérdida o el daño se debieron a una de las siguientes causas:
La responsabilidad del transportista se limita a 8,33 SDR (Special Drawing Rights) por kilogramo de mercancías transportadas, salvo que el consignatario demuestre que el valor de las mercancías es superior.
Más información sobre la Convención CMR.
CMR es el acrónimo de Convención sobre el Contrato de Transporte Internacional de Mercancías por Carretera. Se trata de un convenio internacional que tiene por objeto regular el contrato de transporte de mercancías por carretera a escala internacional. En concreto, se ocupa de regular las obligaciones y responsabilidades de las partes contratantes, así como de establecer un régimen de indemnización en caso de accidente.
La CMR fue adoptada en mayo de 1956 en Ginebra (Suiza) y entró en vigor el 4 de agosto de 1957. Hasta la fecha, ha sido ratificada por 80 países. En la actualidad, la CMR es aplicable a todos los transportes internacionales de mercancías por carretera en los que intervengan, como mínimo, un vehículo de motor y un contrato de transporte.
La CMR se aplica tanto a los transportes nacionales como internacionales. No obstante, en el caso de los transportes nacionales, cada país puede limitar o excluir su aplicación mediante una declaración. Asimismo, cada país puede, a través de una reserva, limitar o excluir la aplicación de ciertas disposiciones de la CMR.
La CMR se basa en el principio de responsabilidad objetiva. Este principio establece que el transportista es responsable de los daños causados a la mercancía durante el transporte, salvo que pueda acreditar que dichos daños se debieron a una causa externa. Asimismo, el transportista solo será responsable de los daños causados por un accidente si éste se produjo durante el transporte. Si el accidente se produjo antes o después del transporte, el transportista no será responsable.
La CMR también establece un límite de responsabilidad para el transportista. En concreto, el transportista solo será responsable de los daños causados hasta un importe máximo de 8,33 SDR (SDR: unidad de cuenta de las Naciones Unidas).
Por último, cabe destacar que la CMR no se aplica a los transportes de mercancías peligrosas. En su lugar, se aplican las Convenciones de Viena y Montreal, que regulan el transporte de mercancías peligrosas por ferrocarril y avión, respectivamente.
El CMR se usa cuando se transportan mercancías por carretera y el conductor no es el propietario de las mismas. El CMR es un contrato entre el transportista y el consignatario en el que se establecen unas condiciones claras para el transporte de la mercancía. De esta forma, en caso de pérdida o daño de la mercancía durante el transporte, el transportista será el responsable.
El CMR se puede considerar como un seguro de transporte, ya que cubre los daños que se puedan producir durante el trayecto. No obstante, el seguro no cubre todos los posibles daños, como los derivados de un accidente, incendio o robo. En estos casos, el transportista no será responsable.
Para hacer uso del CMR, es necesario que el conductor tenga una copia del contrato en el momento de recoger la mercancía. Una vez que la mercancía ha sido entregada, el conductor debe firmar el contrato para confirmar que ha recibido la mercancía en buen estado.
El CMR es el documento de transporte más importante. Es obligatorio en todos los países de la Unión Europea y en muchos otros países del mundo. El CMR es un contrato entre el transportista y el consignatario, que establece las obligaciones y responsabilidades de cada uno. El CMR debe estar redactado en el idioma oficial del país de origen del transporte, pero también puede estar en el idioma del país de destino. El CMR debe estar firmado por el transportista y el consignatario. Si el CMR no está firmado, el transportista no está obligado a cumplir con sus obligaciones.
El CMR debe contener los siguientes datos:
El Convenio CMR regula las relaciones contractuales de las partes contratantes en el transporte internacional de mercancías por carretera. De acuerdo con el Convenio CMR, el transportista es responsable de las mercancías que transporta, aunque no las haya cargado ni descargado él mismo. No obstante, el transportista no será responsable de los daños o pérdidas que se produzcan en las mercancías si puede demostrar que:
El transportista también será responsable de los daños o pérdidas que se produzcan en las mercancías si éstas no están adecuadamente embaladas o protegidas. No obstante, el transportista no será responsable de los daños o pérdidas que se produzcan en las mercancías si puede demostrar que: