El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) es una normativa europea que establece las reglas a seguir para el tratamiento de datos personales de carácter privado. En concreto, se refiere a la recopilación, almacenamiento, uso, transferencia y protección de estos datos. Asimismo, el RGPD establece el derecho de los individuos a saber qué datos se recopilan sobre ellos, así como el derecho a solicitar el borrado de dichos datos.
El RGPD se aplica a cualquier empresa o institución que trate datos personales de ciudadanos de la Unión Europea, independientemente de si dicha empresa o institución se encuentra o no dentro de la Unión Europea. De hecho, el alcance del RGPD es tan amplio que incluso se aplica a empresas y organizaciones extranjeras que ofrezcan servicios a ciudadanos de la Unión Europea.
La principal novedad que introduce el RGPD respecto a la normativa anterior (la Directiva 95/46/CE) es la introducción de sanciones mucho más elevadas en caso de incumplimiento. Así, las empresas y organizaciones que no cumplan con el RGPD pueden ser multadas con hasta 4% de su facturación anual o 20 millones de euros (lo que resulte más elevado), según el artículo 83 del Reglamento.
Otra novedad importante es la obligación de notificar a la autoridad competente en materia de protección de datos (por ejemplo, la Agencia Española de Protección de Datos) cualquier fuga de datos que pueda suponer un riesgo para los derechos y libertades de los individuos. Hasta ahora, esta obligación de notificación solo existía en algunos países de la Unión Europea, pero a partir de ahora será obligatoria en todos los países miembros.
Por último, el RGPD establece también la obligación de nombrar a un Delegado de Protección de Datos (DPO, por sus siglas en inglés) en aquellas empresas y organizaciones que realicen actividades de tratamiento de datos a gran escala. El DPO será responsable de supervisar el cumplimiento del RGPD en la empresa o institución y de velar por los derechos y libertades de los individuos en lo que respecta al tratamiento de sus datos personales.
RGPD es el Reglamento General de Protección de Datos. Se trata de una norma europea que tiene por objeto regular el tratamiento de datos personales en toda la Unión Europea. Entró en vigor el 25 de mayo de 2018.
El RGPD se aplica a cualquier tipo de datos personales, ya sean físicos o electrónicos. Se trata de un marco jurídico complejo que tiene por objeto garantizar un nivel elevado de protección de datos personales en toda la Unión Europea.
El RGPD se aplica a todas las empresas que traten datos personales de ciudadanos de la Unión Europea, independientemente de su ubicación. Si una empresa no cumple con el RGPD, puede enfrentar sanciones administrativas y, en algunos casos, penales.
El RGPD establece una serie de derechos para las personas cuya información personal está siendo tratada. Entre estos derechos se encuentran el derecho a saber qué datos se están tratando, el derecho a acceder a esos datos, el derecho a rectificar datos incorrectos y el derecho a borrar datos innecesarios.
El RGPD también establece una serie de obligaciones para las empresas que tratan datos personales. Entre estas obligaciones se encuentra la obligación de garantizar la seguridad de los datos, la obligación de cumplir con las solicitudes de las personas cuya información está siendo tratada y la obligación de notificar a las autoridades competentes en caso de una violación de datos.
El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea es una regulación que establece un marco para la protección de datos personales en toda la Unión Europea. El RGPD se aplica a todas las empresas y organizaciones con sede en la UE, así como a aquellas que procesan datos de personas de la UE, independientemente de si están o no establecidas en la UE.
El RGPD establece unos nuevos derechos para las personas respecto a sus datos personales, así como unos nuevos requisitos para las empresas y organizaciones que los procesan.
Las principales novedades introducidas por el RGPD son:
• El derecho de las personas a saber si sus datos personales están siendo procesados y, en caso afirmativo, el derecho a acceder a esos datos y obtener información sobre el procesamiento.
• El derecho de las personas a que sus datos sean rectificados si son inexactos o incompletos.
• El derecho de las personas a que sus datos sean eliminados (“derecho al olvido”).
• El derecho de las personas a limitar el procesamiento de sus datos.
• El derecho de las personas a recibir sus datos en un formato estructurado, de uso común y legible por máquina y a transmitirlos a otro responsable del tratamiento.
• El derecho de las personas a presentar una reclamación ante la autoridad de control competente si consideran que se está vulnerando su derecho a la protección de datos.
• El derecho de las personas a no ser objeto de decisiones basadas únicamente en el procesamiento automatizado de sus datos, incluidas las decisiones automatizadas que produzcan efectos jurídicos o que les afecten significativamente de otra forma.
• La obligación de las empresas y organizaciones de adoptar medidas adecuadas de seguridad para proteger los datos personales contra el acceso no autorizado, la pérdida, el uso, la modificación o la divulgación ilegales.
• La obligación de las empresas y organizaciones de notificar a la autoridad de control competente las brechas de seguridad que afecten a los datos personales.
• La obligación de las empresas y organizaciones de designar a un Delegado de Protección de Datos (DPO, por sus siglas en inglés) si el procesamiento de datos es una de sus actividades principales, si el procesamiento es especialmente complejo o si el tratamiento de datos personales representa un riesgo elevado para los derechos y libertades de las personas.
El RGPD se aplica a todos los datos personales, independientemente de su formato (por ejemplo, datos en papel, datos electrónicos o datos de voz) y de la tecnología utilizada para almacenarlos o procesarlos (por ejemplo, sistemas informáticos, redes sociales, dispositivos móviles o cámaras de videovigilancia).
El RGPD se aplica a todos los tipos de datos personales, incluidos los datos sensibles, como la información sobre la salud, las creencias religiosas o las opiniones políticas.
El RGPD se aplica a todos los procesos de tratamiento de datos personales, incluidos el almacenamiento, el uso, la recopilación, el intercambio, la eliminación, la transferencia, el anonimizado y el cifrado de datos.
El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) es una norma europea que establece reglas sobre el tratamiento de datos personales. El RGPD se aplica a cualquier empresa que trate datos de ciudadanos de la Unión Europea, independientemente de si la empresa está o no establecida en la UE.
El RGPD establece unos requisitos mínimos para el tratamiento de datos personales. Las empresas que no cumplan con estos requisitos pueden enfrentarse a multas de hasta 4% de su facturación anual o 20 millones de euros, lo que sea mayor.
El RGPD también establece derechos nuevos y más amplios para las personas cuya información personal es tratada. Estos derechos incluyen el derecho a saber si una empresa está tratando sus datos, el derecho a acceder a esos datos, el derecho a rectificar datos incorrectos, el derecho a borrar datos, el derecho a limitar el tratamiento de datos y el derecho a oponerse al tratamiento de datos.
El RGPD se aplica a todo tipo de datos personales, incluidos los datos sobre la salud, las creencias religiosas, las opiniones políticas, la afiliación sindical, la orientación sexual o el estado civil.
El RGPD también se aplica a los datos de niños, aunque las empresas tienen que tomar medidas adicionales para proteger los datos de los niños.