A primer riesgo significa que el asegurado es el único responsable de los daños ocurridos en la propiedad asegurada. Si ocurre un siniestro, la aseguradora cubrirá los daños o pérdidas según lo establecido en la póliza, hasta el límite de la suma asegurada.
Los daños a primer riesgo son aquellos que se producen en una propiedad como consecuencia de un siniestro cubierto por una póliza de seguros. En general, los seguros de propiedad cubren los daños a la estructura de la casa, los daños a la propiedad dentro de la casa y los daños causados por el agua.
A primer riesgo absoluto se le llama al tipo de riesgo que no puede ser mitigado de ninguna manera. Es el riesgo máximo asumido por una persona o entidad. En otras palabras, es el riesgo de que ocurra un evento que cause una pérdida total para la persona o entidad. Por ejemplo, si un inversor compra 100 acciones de una empresa y ese día la empresa declara bancarrota, el inversor perderá todo su dinero. Este es un ejemplo de riesgo a primer riesgo absoluto.
Hay muchos otros ejemplos de riesgo a primer riesgo absoluto. Un ejemplo podría ser si usted compra una casa y el día de la firma del contrato, el vendedor desaparece sin dejar rastro. Otra posibilidad podría ser si usted compra una casa y, después de firmar el contrato, se descubre que la casa está en un terreno baldío. En ambos casos, usted perdería todo el dinero que invirtió en la propiedad.
Hay muchos factores que pueden convertir un riesgo en un riesgo a primer riesgo absoluto. Algunos de estos factores son el tiempo, el lugar, las personas involucradas y el propósito del riesgo. Por ejemplo, si usted compra una casa en una zona en desarrollo, el riesgo de que la casa no se venda es mucho mayor que si usted compra una casa en una zona establecida. Otra posibilidad es que usted compre una casa para alquilarla, pero el mercado de alquiler cambia y usted no puede encontrar inquilinos. En este caso, usted tendrá que pagar el préstamo hipotecario con su propio dinero.
Aunque el riesgo a primer riesgo absoluto es el riesgo máximo asumido por una persona o entidad, no siempre es un riesgo que se deba evitar. A veces, el riesgo a primer riesgo absoluto es el riesgo que se debe asumir para obtener una ganancia potencialmente alta. Por ejemplo, si usted invierte en una empresa que está a punto de lanzar un nuevo producto, usted asume el riesgo de que el producto no sea un éxito. Si el producto es un éxito, usted puede ganar mucho dinero. Sin embargo, si el producto fracasa, usted perderá todo su dinero.
En general, el riesgo a primer riesgo absoluto es un riesgo que debe evaluarse cuidadosamente antes de tomar una decisión. A veces, el riesgo a primer riesgo absoluto es el riesgo correcto para asumir, pero a veces no. Si usted está considerando asumir un riesgo a primer riesgo absoluto, asegúrese de que entiende todos los factores involucrados y que tiene un plan para mitigar el riesgo.
El valor a riesgo (VaR) es una medida de riesgo de seguros utilizada para determinar la pérdida máxima esperada de una cartera de inversiones en un período de tiempo determinado. Se trata de una estimación de la pérdida máxima que se podría incurrir en una inversión, ya que existe un cierto nivel de riesgo. VaR se utiliza comúnmente por inversores y gestores de carteras para medir y controlar el riesgo en sus inversiones.
VaR se puede medir de una manera muy general o de una manera más específica. El VaR general se mide utilizando el precio de cierre de una inversión y el rendimiento esperado de la inversión. Se basa en la idea de que si el precio de cierre de una inversión es igual al rendimiento esperado, entonces el riesgo de la inversión es nulo. Si el precio de cierre de una inversión es menor que el rendimiento esperado, entonces el riesgo de la inversión es positivo. Si el precio de cierre de una inversión es mayor que el rendimiento esperado, entonces el riesgo de la inversión es negativo.
El VaR específico se mide utilizando el precio de cierre de una inversión, el rendimiento esperado de la inversión y el nivel de riesgo de la inversión. Se basa en la idea de que si el precio de cierre de una inversión es igual al rendimiento esperado más el nivel de riesgo de la inversión, entonces el riesgo de la inversión es nulo. Si el precio de cierre de una inversión es menor que el rendimiento esperado más el nivel de riesgo de la inversión, entonces el riesgo de la inversión es positivo. Si el precio de cierre de una inversión es mayor que el rendimiento esperado más el nivel de riesgo de la inversión, entonces el riesgo de la inversión es negativo.
VaR se puede medir utilizando diferentes períodos de tiempo, tales como un día, una semana, un mes, un trimestre o un año. También se puede medir utilizando diferentes niveles de confianza, tales como el 90%, 95% o 99%.
Los seguros de hogar cubren una amplia gama de eventualidades, pero no todo. A continuación, se muestran algunos ejemplos de lo que no está cubierto por un seguro de hogar típico:
Si tiene alguna pregunta sobre lo que está o no está cubierto por su seguro de hogar, póngase en contacto con su agente o compañía de seguros.