Los consorcios deben estar asegurados contra todos los riesgos que puedan afectarlos, ya que de lo contrario tendrían que hacer frente a los daños y perjuicios de forma directa, lo cual podría suponer una situación muy complicada. Los seguros más importantes para un consorcio son el seguro de edificios, el seguro de responsabilidad civil y el seguro de daños a terceros.
Seguro de edificios: Este seguro cubre los daños que se puedan producir en el edificio en el que se encuentra el consorcio, ya sean daños estructurales o daños causados por incendios, inundaciones u otros eventos catastróficos. También cubre los gastos de reparación y/o reconstrucción que se puedan generar.
Seguro de responsabilidad civil: Este seguro cubre los daños y/o perjuicios que se puedan ocasionar a terceros como consecuencia de la actividad del consorcio. Por ejemplo, si una persona se cae en el edificio y sufre una lesión, el seguro cubrirá los gastos médicos y/o los daños que se hayan podido ocasionar.
Seguro de daños a terceros: Este seguro cubre los daños que se puedan producir a terceros como consecuencia del uso del edificio por parte del consorcio. Por ejemplo, si se produce un incendio en el edificio y este daña los bienes de un vecino, el seguro cubrirá los daños ocasionados.
En resumen, un consorcio debe estar asegurado contra todos los riesgos a los que está expuesto, ya que de lo contrario podría encontrarse en una situación muy complicada. Los seguros más importantes para un consorcio son el seguro de edificios, el seguro de responsabilidad civil y el seguro de daños a terceros.
El Consorcio de Seguros está formado por un grupo de aseguradoras que se han unido para asumir conjuntamente un riesgo. Los miembros del consorcio se comprometen a pagar una parte del importe del siniestro en función de las cuotas que cada uno haya aportado. Los consorcios de seguros se forman habitualmente para riesgos de grandes dimensiones o de difícil cubrimiento por una sola aseguradora.
En España, el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) es el único consorcio de seguros obligatorio. Se trata de una entidad aseguradora de último recurso cuyo objetivo es cubrir los siniestros ocasionados por aseguradoras que hayan dejado de funcionar o no hayan podido hacer frente a sus obligaciones.
Por otro lado, el Consorcio de Seguros Agrarios Combinados (CSA) es un consorcio voluntario cuyo objetivo es proteger a los agricultores frente a los daños causados por las inclemencias del tiempo, como la tormenta, el granizo, la helada, la sequía o el exceso de agua.
En el Consorcio de Seguros Agrarios Combinados (CSA) cada aseguradora asume una parte del riesgo, de forma que si una granja sufre un daño por una helada, el CSA se hace cargo de una parte del importe del siniestro y la aseguradora del agricultor abona la otra parte.
El Consorcio de Seguros Agrarios Combinados (CSA) está formado por un grupo de aseguradoras que se han unido para asumir conjuntamente un riesgo. Los miembros del consorcio se comprometen a pagar una parte del importe del siniestro en función de las cuotas que cada uno haya aportado. Los consorcios de seguros se forman habitualmente para riesgos de grandes dimensiones o de difícil cubrimiento por una sola aseguradora.
El Consorcio de Seguros cubre un porcentaje del daño a la vivienda, dependiendo de la póliza que contrates. Si contratas una póliza a todo riesgo, el Consorcio de Seguros cubrirá el 100% de los daños a tu vivienda.
Si contratas una póliza a terceros, el Consorcio de Seguros cubrirá un porcentaje del daño a tu vivienda, que puede variar entre el 60% y el 80%.
Si contratas una póliza básica, el Consorcio de Seguros solo cubrirá los daños causados por incendio, robo y explosión.
En cualquier caso, el Consorcio de Seguros no cubre los daños causados por el desgaste natural de las cosas, como la oxidación o la erosión. Tampoco cubre los daños causados por el mal uso de las cosas.