¿Qué problemas ven los Otorrinos?

Los otorrinolaringólogos son médicos especialistas en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades de la cabeza, el cuello y los oídos, el nariz y la garganta. Los otorrinolaringólogos tratan a niños y adultos con problemas en estas áreas. Los otorrinolaringólogos también se conocen como otorrinolaringólogos.

Los problemas que más comúnmente tratan los otorrinolaringólogos son:

  • Infecciones de las vías respiratorias superiores (faringitis, amigdalitis, rinitis)
  • Infecciones del oído (otitis media, otitis externa)
  • Dolor de garganta
  • Perdida auditiva
  • Vertigo
  • Tumores de la cabeza y el cuello
  • Problemas de la laringe (nódulos de la cuerdas vocales, laringitis)
  • Problemas de la nariz (rinitis, rinitis alérgica, pólipos nasales)

Los otorrinolaringólogos pueden realizar una variedad de procedimientos, incluyendo:

  • Cirugía de las vías respiratorias superiores
  • Cirugía de la laringe
  • Cirugía de la nariz
  • Cirugía de los oídos
  • Procedimientos para tratar el dolor de garganta

Los otorrinolaringólogos también pueden realizar otros procedimientos, como la colocación de implantes cocleares para la pérdida auditiva y la cirugía de los senos paranasales para la rinitis crónica.

¿Qué enfermedades detecta el otorrino?

El otorrino o especialista en oído, nariz y garganta es el médico encargado de diagnosticar y tratar las enfermedades de estas áreas. Su campo de trabajo es muy amplio, ya que abarca desde enfermedades sin importancia, como el resfriado, hasta problemas más graves como el cáncer de cabeza y cuello.

A continuación, te enumeramos algunas de las principales enfermedades que puede detectar un otorrino:

  • Resfriados y gripes: se trata de las enfermedades más frecuentes, especialmente en invierno. El otorrino puede detectar si se trata de una simple gripe o de una enfermedad más grave, como la sinusitis.
  • Otitis: la otitis es una inflamación del oído, que puede ser aguda o crónica. Si no se trata a tiempo, puede derivar en otitis media, que es una inflamación del oído medio.
  • Rinitis: la rinitis es una inflamación de la nariz, que puede ser alérgica o no alérgica. El otorrino puede detectar la causa de la inflamación y tratarla adecuadamente.
  • Amigdalitis: la amigdalitis es una inflamación de las amígdalas, que puede ser aguda o crónica. Si no se trata a tiempo, puede derivar en amigdalitis crónica, que es una inflamación de las amígdalas que no desaparece.
  • Faringitis: la faringitis es una inflamación de la garganta, que puede ser aguda o crónica. Si no se trata a tiempo, puede derivar en faringitis crónica, que es una inflamación de la garganta que no desaparece.
  • Laringitis: la laringitis es una inflamación de la laringe, que puede ser aguda o crónica. Si no se trata a tiempo, puede derivar en laringitis crónica, que es una inflamación de la laringe que no desaparece.
  • Cáncer de cabeza y cuello: el otorrino puede detectar el cáncer de cabeza y cuello en sus primeras etapas, lo que permite un tratamiento más eficaz y una mayor probabilidad de curación.

Si tienes cualquier problema en el oído, la nariz o la garganta, no dudes en consultar a un otorrino. Él te podrá diagnosticar el problema y tratarlo adecuadamente.

¿Cuándo hay que ir a un otorrino?

En general, una persona puede esperar a tener una cita con un otorrinolaringólogo (ENT) si tiene una molestia o dolor en la nariz, garganta o oídos que no ha mejorado con el tratamiento en casa. Otras razones para ver a un ENT incluyen:

  • Dolor o sensación de presión persistentes en un oído
  • Mareos o vértigo constantes
  • Pérdida de audición
  • Problemas para tragar o respirar
  • Problemas para hablar o producir sonidos normales
  • Ronquidos persistentes o ruidos en el pecho
  • Síntomas persistentes de alergia
  • Síntomas persistentes de gripe o resfrío
  • Una lesión en la cabeza o el cuello

Un niño con fiebre y dolor de garganta que no mejora después de unos días también debería ver a un médico.

Los problemas de garganta, nariz y oídos a menudo se pueden tratar en casa con remedios caseros o medicamentos de venta libre. Sin embargo, si los síntomas persisten o empeoran, es posible que necesite atención médica.

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