En primer lugar, debes ponerte en contacto con la Policía. Si tienes una alarma, ¡llama inmediatamente al número de emergencias! Si no tienes alarma, ponte en contacto con la Policía Local o con el Cuerpo Nacional de Policía. Si no estás seguro de quién contactar, llama al 112 y ellos te dirigirán al servicio adecuado.
Una vez que hayas contactado con la Policía, explícales lo sucedido y diles que necesitas que te ayuden a sacar a los okupas de tu casa. Si la Policía considera que es una emergencia, enviarán a un equipo de agentes para que intervengan. Si no es una emergencia, la Policía te dará un número de referencia y te pedirá que llames a una oficina de Policía para presentar una denuncia. Si la Policía no puede intervenir inmediatamente, ponte en contacto con un abogado para que te asesore sobre cómo proceder.
Recuerda: Si tienes una alarma, ¡llama inmediatamente al número de emergencias! Si no tienes alarma, ponte en contacto con la Policía Local o con el Cuerpo Nacional de Policía.
La policía puede desalojar a los okupas en cualquier momento, pero hay unos procedimientos que deben seguirse. En primer lugar, la policía debe identificar a los okupas, lo cual puede ser difícil si no hay ningún documento que lo acredite. A continuación, la policía debe notificar a los okupas de que deben desocupar el inmueble en un plazo de 24 horas. Si los okupas no se marchan voluntariamente, la policía puede forzar su desalojo.
Los okupas tienen algunos derechos que deben tenerse en cuenta. En primer lugar, la policía debe identificar a los okupas, lo cual puede ser difícil si no hay ningún documento que lo acredite. A continuación, la policía debe notificar a los okupas de que deben desocupar el inmueble en un plazo de 24 horas. Si los okupas no se marchan voluntariamente, la policía puede forzar su desalojo.
En algunos casos, los okupas pueden oponerse al desalojo, pero esto es muy raro. Si se produce una oposición, la policía debe llamar a un juez para que decida si el desalojo es legal o no. En la mayoría de los casos, el juez dará la orden de desalojo y la policía procederá a forzar el desalojo.
La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) de 24 de diciembre de 1994, protege a los inquilinos de los desahucios forzosos. Por lo tanto, si una persona ocupa una vivienda sin tener un contrato de arrendamiento, puede ser desahuciada por el propietario en cualquier momento. No obstante, si el propietario no puede demostrar que la ocupación es ilegal, el desahucio no será válido. Además, si el propietario no notifica al inquilino con un aviso por escrito de que la vivienda será desahuciada, el desahucio también será nulo de pleno derecho.
La Ley de Arrendamientos Urbanos también establece que el inquilino tiene derecho a un año de protección contra el desahucio, siendo este plazo prorrogable en determinadas circunstancias. En concreto, si el propietario quiere recuperar la vivienda para uso propio, debe notificar al inquilino con un año de antelación. Si el propietario quiere vender la vivienda, debe notificar al inquilino con seis meses de antelación. Si el propietario quiere demoler o rehabilitar la vivienda, debe notificar al inquilino con un año de antelación.
No obstante, si el propietario puede demostrar que la vivienda está habitada ilegalmente, el desahucio será válido. En este caso, el propietario debe notificar al inquilino con un mes de antelación.
En resumen, si una persona ocupa una vivienda sin tener un contrato de arrendamiento, puede ser desahuciada por el propietario en cualquier momento. No obstante, si el propietario no puede demostrar que la ocupación es ilegal, el desahucio no será válido.
Un okupa es una persona que se apodera de una propiedad ajena sin el permiso del propietario y sin tener un título válido de posesión. Aunque el delito de okupación está tipificado en el Código Penal, el desalojo de un okupa no es un proceso penal, sino civil. Esto quiere decir que el propietario debe iniciar un proceso civil para recuperar su propiedad.
Si bien el proceso civil es más rápido que el penal, el desalojo de un okupa puede llevar varios meses, incluso años. Esto se debe a que el juez debe tomar una serie de medidas cautelares antes de ordenar el desalojo. En primer lugar, el juez debe notificar al okupa de la demanda y darle un plazo para que se desocupe voluntariamente de la propiedad. Si el okupa no se desocupa voluntariamente, el juez debe designar un bombero para que lo desaloje por la fuerza.
En algunos casos, el desalojo puede ser ordenado de forma inmediata por el juez. Esto sucede cuando el okupa se apodera de la propiedad con violencia o intimidación. También puede suceder si el okupa es un menor de edad o si hay un peligro inminente para la propiedad.
Los okupas son personas que, sin tener derecho ni título, se apropian de una vivienda y comienzan a habitarla. Aunque mucha gente piense que los okupas no tienen ningún derecho, lo cierto es que sí que tienen algunos derechos, aunque limitados, si entran en tu casa.
En primer lugar, los okupas tienen derecho a recibir un trato digno. Esto significa que, aunque sean okupas, tienes que tratarlos como seres humanos y no puedes hacerles daño físico ni psicológico. Tampoco puedes desahuciarlos de tu vivienda de manera violenta, sino que tienes que hacerlo a través de los tribunales.
En segundo lugar, los okupas tienen derecho a un abogado. Si te encuentras en una situación en la que los okupas no quieren abandonar tu vivienda y tú quieres que lo hagan, puedes demandarles. Para ello, necesitarás un abogado que te represente ante los tribunales.
En tercer lugar, los okupas tienen derecho a un juicio justo. Esto significa que, si vas a demandar a los okupas para que abandonen tu vivienda, ellos tienen derecho a que se les escuche y a presentar su propia versión de los hechos. Tienen derecho a un juicio justo, en el que se valoren todas las pruebas y se tome una decisión de manera equitativa.
En cuarto lugar, los okupas tienen derecho a un tiempo razonable para abandonar tu vivienda. Si el tribunal decide que los okupas deben abandonar tu vivienda, ellos tendrán un tiempo razonable para hacerlo. Este tiempo será determinado por el tribunal, teniendo en cuenta las circunstancias de cada caso.
En quinto lugar, los okupas tienen derecho a un alojamiento alternativo. Si el tribunal decide que los okupas deben abandonar tu vivienda, tú tendrás que buscarles un alojamiento alternativo. Esto significa que, si no tienes familiares o amigos con los que puedan quedarse, tendrás que buscarles una vivienda en un albergue o en un centro de acogida.
En resumen, los okupas tienen derechos, aunque limitados, si entran en tu casa. Tienes que tratarlos de manera digna, buscarles un abogado si quieres demandarlos y, si el tribunal lo decide, buscarles un alojamiento alternativo.