La regulación del contrato de seguro se realiza a través de la Ley 50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de Seguro (BOE núm. 249, de 9 de octubre), y su Reglamento, aprobado por Real Decreto 860/2009, de 21 de agosto (BOE núm. 221, de 22 de agosto).
La Ley de Contrato de Seguro se aplica a todos los seguros, salvo a los de carácter social, que se rigen por otras normas específicas. No obstante, en lo no previsto expresamente en esta Ley, serán de aplicación supletoria las disposiciones del Código Civil y demás normas del ordenamiento jurídico.
La Ley de Contrato de Seguro tiene por objeto regular el contrato de seguro, estableciendo las obligaciones de las partes, así como los derechos y obligaciones de los aseguradores. En concreto, regula los siguientes aspectos:
El contrato de seguro se regula en el Código de Comercio, que es el conjunto de leyes que regulan las relaciones comerciales y económicas de los comerciantes y de las sociedades mercantiles. En el Código de Comercio se regulan todos los aspectos relacionados con el contrato de seguro, desde la formación del contrato hasta la extinción del mismo. Asimismo, el Código de Comercio establece las obligaciones y derechos de las partes que intervienen en el contrato de seguro, así como las sanciones que se aplicarán en caso de incumplimiento.
En cuanto a la formación del contrato, el Código de Comercio establece que el contrato de seguro se perfecciona desde el momento en que se celebra el mismo. Para que el contrato sea válido, debe reunir todos los requisitos establecidos en el Código de Comercio y en la legislación especial que regula el seguro. En cuanto a la extinción del contrato, este se puede dar de manera voluntaria o involuntaria. La extinción voluntaria se produce cuando las partes acuerdan poner fin al contrato de seguro, mientras que la extinción involuntaria se produce cuando una de las partes incumple sus obligaciones contractuales.
El Código de Comercio también establece las obligaciones y derechos de las partes que intervienen en el contrato de seguro. En cuanto a las obligaciones, el asegurador está obligado a cumplir con las obligaciones que se derivan del contrato de seguro, mientras que el asegurado está obligado a cumplir con las obligaciones que se derivan del contrato de seguro y a abonar la prima del seguro. En cuanto a los derechos, el asegurado tiene derecho a recibir los beneficios a los que tiene derecho en virtud del contrato de seguro, mientras que el asegurador tiene derecho a recibir la prima del seguro.
En caso de incumplimiento del contrato de seguro, el Código de Comercio establece las sanciones que se aplicarán a las partes que incumplen sus obligaciones contractuales. En particular, el Código de Comercio establece que el asegurador que incumple sus obligaciones contractuales será responsable de los daños y perjuicios ocasionados al asegurado, mientras que el asegurado que incumple sus obligaciones contractuales será responsable de los daños y perjuicios ocasionados al asegurador.
La Superintendencia de Seguros y Reaseguros (SSR) es el órgano regulador y supervisa el funcionamiento del mercado asegurador español. Tiene como objetivo garantizar un funcionamiento adecuado de los seguros y proteger a los asegurados. La SSR se encarga de regular las primas, las coberturas, los siniestros y el funcionamiento de las aseguradoras. También se encarga de supervisar el mercado asegurador para detectar cualquier irregularidad y tomar las medidas necesarias para corregirla.
La SSR está integrada por tres órganos: el Consejo de Supervisión, el Comité Ejecutivo y la Dirección General. El Consejo de Supervisión es el órgano de decisión de la SSR. Está formado por cinco miembros designados por el Gobierno de España y cuatro miembros designados por el Consejo General del Poder Judicial.
El Comité Ejecutivo es el órgano de gestión de la SSR. Está formado por el Presidente, el Vicepresidente y tres miembros más. La Dirección General es el órgano técnico de la SSR. Está formada por el Director General y por tres Directores adjuntos.
La SSR está financiada por las aseguradoras y los reaseguradores que operan en España. Cada año, las aseguradoras y los reaseguradores tienen que pagar un impuesto a la SSR. También tienen que pagar un impuesto por cada póliza que venden. La SSR tiene su sede en Madrid y tiene sucursales en Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao.
Un contrato de seguro es un contrato por el cual la compañía de seguros se compromete a indemnizar a la persona asegurada por un daño o perjuicio ocasionado por un siniestro cubierto por el contrato. En cambio, la persona asegurada se compromete a pagar una primera al tomador del seguro.
La ley establece una serie de requisitos que deben cumplirse para que un contrato de seguro sea considerado válido. En concreto, el contrato de seguro debe celebrarse por escrito y debe contener cierta información esencial, como la identidad de las partes, la descripción del objeto del seguro, el plazo de vigencia del contrato, etc.
Además, el contrato de seguro debe cumplir con determinados requisitos formales, como estar suscrito por las partes y contar con la firma de las mismas. Asimismo, debe indicarse en el contrato el importe de la prima que debe pagar la persona asegurada.
Si el contrato de seguro no cumple con estos requisitos, se considerará nulo. Esto significa que las partes no están obligadas a cumplir sus obligaciones contratadas.
No obstante, el contrato de seguro sólo será considerado nulo si se cumplen determinados requisitos. En concreto, debe haber un incumplimiento de las obligaciones contratadas y el incumplimiento debe ser esencial. Además, el incumplimiento debe ser notorio y debidamente acreditado.