Antes de acudir a la inspección técnica de vehículos, es necesario que el conductor tenga a mano los documentos del vehículo. En concreto, el permiso de circulación y la ficha técnica. En el primer documento figuran los datos identificativos del vehículo y en la segunda documentación aparece la información técnica del mismo. Es importante que el conductor sepa si su vehículo cumple con las especificaciones técnicas que se exigen en la inspección.
Por otro lado, el conductor debe llevar consigo la documentación personal. En concreto, el permiso de conducción y, en su caso, el carné de conducir por puntos. Asimismo, si el vehículo no es del conductor, este deberá presentar una autorización por escrito del titular del vehículo. En este documento debe constar el número de bastidor, matrícula y datos del propietario.
El precio de la inspección técnica de vehículos varía en función de la Comunidad Autónoma en la que se realice. No obstante, el importe oscila entre los 30 y los 50 euros. Para abonar el precio de la ITV, es necesario que el conductor disponga de tarjeta de crédito o débito. En el caso de que el vehículo no pase la inspección técnica, el conductor tendrá que abonar una segunda revisión, que será gratuita.
La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es una revisión obligatoria que debe hacerse cada año, y que sirve para comprobar que el coche cumple una serie de requisitos técnicos y legales. En la ITV se comprueban aspectos relacionados con la seguridad, el medio ambiente y el estado general del vehículo.
Para hacer la ITV es necesario llevar una serie de documentación. En concreto, se debe llevar el permiso de circulación del vehículo, el certificado de inspección del vehículo y el documento de identidad del titular del vehículo. También se debe llevar el justificante de pago de la ITV.
La documentación se puede presentar en papel o en formato digital. En el caso de que se presente en formato digital, se debe hacer a través de la aplicación móvil de la ITV. Para poder utilizar la aplicación móvil, es necesario tener un certificado digital.
En la ITV se comprueban una serie de elementos del vehículo. Se comprueban, por ejemplo, el estado de los neumáticos, el funcionamiento de los frenos, el estado de la suspensión, el estado de los faros y el funcionamiento del aire acondicionado.
En la ITV también se realiza una prueba de emisiones. Se trata de una prueba en la que se comprueba el nivel de emisiones de CO2 del vehículo. En función del resultado de la prueba de emisiones, se puede aprobar o no el vehículo.
La ITV es una revisión obligatoria para todos los vehículos. Sin embargo, hay una serie de excepciones. Los vehículos que tienen menos de 4 años de antigüedad no tienen que hacer la ITV. Tampoco tienen que hacerla los vehículos que se hayan matriculado por primera vez en España.
Para circular por España con tu vehículo a motor debes contratar un seguro obligatorio de responsabilidad civil. Este seguro cubre los daños que puedas causar a otras personas, tanto a ocupantes de tu vehículo como a peatones, con tu coche. De esta manera, si sufres un accidente y eres responsable, el seguro te indemnizará a ti y a las personas afectadas.
La documentación que debes llevar en el coche para acreditar que estás asegurado es la cartilla del seguro o la póliza del seguro. En ambos documentos se especifica el periodo de vigencia del seguro, el nombre del asegurado y el vehículo asegurado. También se indica el número de teléfono del servicio de atención al cliente de la compañía aseguradora.
En el caso de que seas requerido por la Policía o un agente de Tráfico, debes mostrar esta documentación. Si no la llevas en el coche, puedes ser sancionado con una multa de hasta 3.000 euros. Además, si tienes un accidente y no estás asegurado, serás responsable de todos los daños ocasionados y tendrás que pagarlos de tu bolsillo.
Por tanto, es muy importante que, antes de ponerte en marcha, compruebes que tienes la documentación del seguro en el coche. Y no olvides renovarlo cada año, ya que la póliza solo es válida durante un año natural.
La ITV es la Inspección Técnica de Vehículos, una revisión anual obligatoria para todos los vehículos a motor con más de 4 años de antigüedad. La ITV tiene como objetivo garantizar la seguridad vial y la protección del medio ambiente. Si tu vehículo no supera la ITV, no estará cubierto por el seguro de responsabilidad civil y, en caso de accidente, serás totalmente responsable de los daños y lesiones causados. Además, si eres sorprendido circulando con un vehículo sin ITV caducada, podrás ser multado con una sanción de hasta 3.000 euros.
Aunque la ITV es una revisión anual, es recomendable que hagas una revisión extra cada 6 meses o 10.000 km para asegurarte de que tu vehículo está en perfectas condiciones. En la revisión extra se realizarán una serie de comprobaciones y, si todo está en orden, se te entregará una tarjeta ITV válida hasta la fecha de caducidad de la ITV. Si tu vehículo no supera la ITV, se te entregará un certificado de no conformidad en el que se detallarán las defectos encontrados. Podrás solicitar una nueva cita para que se realice una segunda revisión, pero si el vehículo sigue sin superar la ITV tendrás que llevarlo a un taller especializado para que realicen las reparaciones necesarias.
Es importante que seas consciente de que, si tu vehículo no supera la ITV, estarás circulando ilegalmente y serás totalmente responsable de los daños y lesiones causados en caso de accidente. No olvides que, además de ser una infracción del Código de Circulación, circulando con un vehículo sin ITV estarás poniendo en peligro tu vida y la de los demás. Si tienes dudas o necesitas más información, puedes consultar el Reglamento General de Circulación o acudir a un centro de revisión oficial.