Una persona con discapacidad puede estar exenta de pagar ciertos impuestos en su país de residencia. A continuación se presentan algunos ejemplos de impuestos que pueden estar exentos de pagar las personas con discapacidad:
Para obtener más información sobre los impuestos que no paga una persona con discapacidad, consulte a un asesor fiscal o a un representante de una organización de personas con discapacidad en su país de residencia.
IRPF es el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Es un impuesto que se debe pagar anualmente por todos los contribuyentes que obtengan una renta superior a un determinado importe.
Discapacidad es un término que se utiliza para referirse a una limitación física o mental que dificulta el desarrollo normal de las actividades de la vida diaria.
En España, las personas con discapacidad tienen derecho a un ahorro en el pago del IRPF. Este ahorro se consigue a través de una deducción en la base imponible del impuesto.
Para poder beneficiarse de esta deducción, la discapacidad debe ser certificada por un médico oficial. Además, el contribuyente debe cumplir ciertos requisitos establecidos por la ley.
En el caso de las personas con discapacidad mental, la deducción es de 2.400 euros. En el caso de las personas con discapacidad física, la deducción es de 1.200 euros.
Las personas con discapacidad también tienen derecho a otras deducciones, como por ejemplo, la deducción por gastos de adaptación del hogar.
La Ley de la Vivienda establece que el IVA no se aplica a las personas con discapacidad que compren una vivienda. Esto se debe a que el IVA es un impuesto sobre el consumo, y las personas con discapacidad no tienen el mismo nivel de ingresos que las personas sin discapacidad.
Para beneficiarse de esta exención, la persona con discapacidad debe cumplir con los siguientes requisitos:
Si cumples con todos los requisitos anteriores, podrás beneficiarte de la exención del IVA. Si adquieres tu vivienda a través de una hipoteca, también se podrá beneficiar de la exención del IVA sobre el importe de la hipoteca.
El certificado de discapacidad es un documento oficial que acredita que la persona que lo posee padece una discapacidad. Este certificado otorga a su titular una serie de beneficios y derechos, como por ejemplo:
Para acceder a estos beneficios, es necesario que la persona posea el certificado de discapacidad. Este certificado se puede solicitar a través del Instituto Nacional de la Discapacidad o en la Oficina de Prestaciones e Inclusión Social de la Comunidad Autónoma en la que se resida.
La Ley de Dependencia establece una serie de prestaciones y ayudas a favor de las personas con discapacidad y sus familiares. Según el grado de discapacidad, el beneficiario podrá percibir una serie de prestaciones económicas y/o la asistencia de una persona en el desempeño de las actividades básicas de la vida diaria. En concreto, las personas con discapacidad que tengan un grado de discapacidad igual o superior al 33% percibirán una prestación económica mensual, así como la asistencia de una persona en el desempeño de las actividades básicas de la vida diaria.
La prestación económica mensual se abonará directamente a la cuenta bancaria del beneficiario y será compatible con cualquier otra prestación o renta a la que tenga derecho. En cuanto a la asistencia de una persona en el desempeño de las actividades básicas de la vida diaria, el beneficiario podrá optar por recibir dicha asistencia en su domicilio o en un centro especializado.
Para acceder a estas prestaciones, el beneficiario deberá solicitar el reconocimiento de su grado de discapacidad a través del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Una vez reconocido el grado de discapacidad, el beneficiario deberá solicitar la prestación económica y/o la asistencia de una persona en el desempeño de las actividades básicas de la vida diaria a través del Servicio de Prestaciones Económicas de la Seguridad Social.