Una póliza del seguro es un contrato entre un asegurado y una compañía de seguros, en el cual la compañía de seguros se compromete a proteger al asegurado de ciertos riesgos, a cambio de un pago (la prima). Las pólizas del seguro pueden cubrir riesgos como el daño a la propiedad, la responsabilidad civil, los accidentes personales y muchos otros riesgos.
En la mayoría de las pólizas del seguro, el asegurado debe hacer una declaración de los bienes asegurados y el propósito de la póliza. La compañía de seguros usará esta información para determinar el riesgo asumido y para establecer el costo de la póliza.
En algunos casos, el asegurado puede estar obligado a pagar un deducible, que es una cantidad que no será reembolsada por la compañía de seguros. Los deducibles se utilizan para reducir el costo de las pólizas del seguro y para incentivar a los asegurados a que tomen medidas para minimizar el riesgo.
Las pólizas del seguro también pueden incluir cláusulas que especifican eventos que están excluidos de la cobertura. Por ejemplo, la mayoría de las pólizas del seguro no cubrirán los daños causados por un terremoto o un huracán.
En algunos casos, el asegurado puede tener que pagar una prima adicional (llamada "primas de riesgo") si vive en una zona propensa a los desastres naturales.
Las pólizas del seguro también pueden incluir cláusulas que limitan la cantidad que la compañía de seguros pagará en el caso de una reclamación. Por ejemplo, una póliza del seguro puede limitar la cantidad que se pagará por los daños a la propiedad a $ 500. Si los daños son mayores, el asegurado deberá pagar la diferencia.