La franquicia es un concepto utilizado en el seguro que hace referencia al importe que el asegurado está obligado a abonar en caso de siniestro, y que no será reembolsado por la compañía de seguros.
En otras palabras, la franquicia es un deductible que, en función de las características del seguro, puede ser fija o variable. En el primer caso, el importe a abonar en caso de siniestro es constante, independientemente de su magnitud. En el segundo, el deductible se incrementa en función del valor del siniestro.
En cualquier caso, conviene tener en cuenta que, si bien el importe de la franquicia es un coste a abonar en caso de siniestro, su contratación puede reducir el precio del seguro.
Los seguros con franquicia son un tipo de póliza en la que el asegurado paga una cantidad fija, conocida como franquicia, en caso de que se produzca un siniestro. El resto de los gastos serán cubiertos por la compañía de seguros.
Por lo general, las franquicias suelen ser bastante altas, ya que el asegurado asume un mayor riesgo. No obstante, esto permite que el precio de la póliza sea más bajo.
En algunos casos, la franquicia puede ser una cantidad fija, mientras que en otros, se establece como un porcentaje del valor del siniestro. En cualquier caso, es importante que el asegurado conozca cuál es la franquicia de su póliza, ya que deberá asumirla en caso de que se produzca un siniestro.
En un seguro, la franquicia es la cantidad mínima que el asegurado debe pagar en caso de siniestro. En otras palabras, supongamos que tienes un seguro para tu coche con una franquicia de 300 euros. Si tu coche sufre daños por valor de 500 euros, tú serás el responsable de pagar los primeros 300 euros y la aseguradora cubrirá el resto.
Hay que tener en cuenta que, aunque la franquicia sea una cantidad fija, el precio del seguro no es el mismo para todas las aseguradoras. Así que, si estás comparando precios, asegúrate de que estás comparando seguros con franquicias similares.
En la mayoría de los casos, cuanto mayor es la franquicia, menor es el precio del seguro. Esto se debe a que, al aumentar la franquicia, el riesgo que asume la aseguradora es menor. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que, si se produce un siniestro, tú serás el responsable de pagar la franquicia. Por lo tanto, es importante que elijas una franquicia que puedas pagar.
En general, se recomienda que la franquicia no supere el 10% del valor del coche. Por ejemplo, si el valor de tu coche es de 10.000 euros, entonces la franquicia no debería ser superior a 1.000 euros. De esta manera, si se produce un siniestro, tú solo tendrás que pagar 1.000 euros y la aseguradora cubrirá el resto.
En resumen, la franquicia es una cantidad mínima que el asegurado debe pagar en caso de siniestro. En la mayoría de los casos, cuanto mayor es la franquicia, menor es el precio del seguro. Sin embargo, es importante que elijas una franquicia que puedas pagar. En general, se recomienda que la franquicia no supere el 10% del valor del coche.
Los seguros con franquicia de 300 € son aquellos en los que el asegurado debe asumir una parte de los gastos en el caso de producirse un siniestro. En concreto, en este tipo de polizas, la compañía aseguradora se compromete a cubrir los gastos que excedan de 300 €.
La franquicia es una cláusula que se establece en el contrato de seguro y que tiene como finalidad reducir el importe de las indemnizaciones. De esta forma, el asegurado asume una parte de los gastos en el caso de producirse un siniestro y, por tanto, el importe de la prima también es más reducido.
En el caso de los seguros de coche con franquicia de 300 €, por ejemplo, si su vehículo sufre daños por valor de 1.000 €, la compañía aseguradora se hará cargo de los 700 € restantes una vez descontada la franquicia.
Otro ejemplo es el seguro de salud con franquicia de 300 €. En este caso, si tiene que acudir al médico y el coste de la consulta es de 100 €, la aseguradora se hará cargo de los 100 € restantes una vez descontada la franquicia.
En general, cuanto mayor sea la franquicia, menor será el importe de la prima. No obstante, hay que tener en cuenta que, en el caso de producirse un siniestro, el asegurado deberá asumir una parte de los gastos.