Un ser condicionado es aquel que está sujeto a ciertas condiciones. Es decir, que su existencia o su carácter están determinados por otras cosas. Por ejemplo, los seres humanos somos seres condicionados, ya que nuestra existencia depende de nuestros padres y está determinada por nuestro cuerpo y nuestra mente. Así, podemos decir que somos condicionados por nuestras circunstancias y por nuestras propias limitaciones.
Pero también podemos ser condicionados por otras personas o por las normas sociales. Así, por ejemplo, un niño puede ser condicionado por sus padres a creer en determinadas cosas o a actuar de determinadas maneras. De igual forma, un adulto puede ser condicionado por su jefe o por la sociedad en general a creer o a actuar de ciertas maneras. En cualquier caso, un ser condicionado es aquel que está sujeto a las opiniones, normas o circunstancias de otras personas o de su entorno.
En algunos casos, el ser condicionado puede ser consciente de su condición y de las cosas que lo condicionan, pero en otros casos puede no ser consciente de ello. De cualquier forma, el ser condicionado siempre estará sujeto a ciertas limitaciones y no podrá actuar libremente. Así, una persona condicionada por sus padres no podrá hacer lo que quiera, sino que estará limitada por las opiniones de sus padres. De igual forma, una persona condicionada por la sociedad no podrá hacer lo que quiera, sino que estará limitada por las normas sociales.
Ser un ser condicionado significa que nuestra forma de pensar, sentir y actuar está determinada por condiciones externas, ya sean personas, eventos, objetos o circunstancias. Esto significa que nuestra manera de ser está en gran parte fuera de nuestro control.
La mayoría de nosotros estamos muy condicionados por nuestras experiencias pasadas, especialmente aquellas que han sido muy dolorosas o traumáticas. Estos eventos a menudo nos marcan de por vida y pueden influir en todo, desde nuestras relaciones hasta nuestra forma de pensar acerca de nosotros mismos.
Ser un ser condicionado también significa que estamos sujetos a las expectativas y opiniones de los demás. A menudo nos sentimos presionados para vivir up to o ser como alguien que admiramos, o evitar ser como aquellos que no nos gustan. Esto puede ser muy difícil de superar y puede tener un gran impacto en nuestra autoestima y bienestar.
Sin embargo, ser un ser condicionado no significa que no podamos cambiar o que estemos destinados a vivir una vida de infelicidad. Aunque no podemos controlar todas las condiciones externas que nos afectan, podemos aprender a manejarlas de mejor manera. Esto significa tomar el control de nuestras propias vidas y aprender a vivir de acuerdo con nuestros propios valores y necesidades.
La conducta condicionada es un tipo de aprendizaje en el que una respuesta natural o incondicionada se asocia a un estímulo condicionado, de tal forma que el estímulo condicionado acaba produciendo la misma respuesta que el estímulo incondicionado. En otras palabras, la conducta condicionada es una respuesta que se produce como resultado de la asociación de un estímulo condicionado con otro estímulo incondicionado.
La conducta condicionada se produce a través de un proceso de aprendizaje en el que el estímulo condicionado (CS) se asocia con el estímulo incondicionado (US), de tal forma que el estímulo condicionado acaba produciendo la misma respuesta que el estímulo incondicionado. El estímulo incondicionado es aquel que naturalmente produce una respuesta, mientras que el estímulo condicionado es aquel que no produce una respuesta por sí mismo, sino que esta se produce como resultado de la asociación con el estímulo incondicionado.
La conducta condicionada se produce en tres etapas: la etapa de latencia, en la que el estímulo condicionado y el estímulo incondicionado se presentan de forma simultánea; la etapa de asociación, en la que se produce la asociación entre el estímulo condicionado y el estímulo incondicionado; y la etapa de extinción, en la que el estímulo condicionado se presenta sin el estímulo incondicionado y, como resultado, la respuesta condicionada se extingue.
La conducta condicionada es un fenómeno muy importante en el ámbito de la psicología, ya que tiene una gran cantidad de aplicaciones prácticas. Por ejemplo, se puede utilizar para tratar a pacientes con fobias o trastornos de ansiedad, así como para modificar o mejorar ciertos comportamientos. También se ha utilizado para estudiar el papel de los refuerzos y las puniciones en el aprendizaje, así como para investigar el papel de la memoria en el aprendizaje.