Un seguro todo riesgo construcción es una póliza que cubre los daños materiales y las pérdidas económicas que pueda sufrir una obra durante su ejecución. Esta póliza suele contratarse junto con la póliza de responsabilidad civil de la constructora, ya que ambas aseguran distintos riesgos.
El seguro todo riesgo construcción suele contratarse para obras de nueva construcción o reforma, y cubre los daños que se puedan producir durante el desarrollo de la misma. Estos daños pueden ser causados por factores externos, como el mal tiempo, o por factores internos, como errores de construcción.
La póliza suele cubrir daños en el edificio, en los equipamientos y en la maquinaria utilizada durante la construcción. También suele cubrir los gastos derivados de la paralización de la obra, como los gastos de alquiler de equipos o la mano de obra necesaria para solucionar los problemas.
El seguro todo riesgo construcción no suele cubrir los daños causados por incendio, ya que estos están cubiertos por la póliza de responsabilidad civil de la constructora. Tampoco suele cubrir los daños causados por la mala calidad de los materiales utilizados, ya que estos están cubiertos por la garantía de los mismos.
El importe a asegurar en un seguro todo riesgo construcción suele ser el coste total de la obra, incluidos los gastos de demolición y de limpieza. El plazo de contratación suele ser de un año, aunque este plazo puede variar en función de la duración prevista de la obra.
Para contratar un seguro todo riesgo construcción, es necesario que la constructora esté inscrita en el Registro de Empresas de Seguros, ya que de lo contrario no podrá contratar este tipo de seguro. Además, es necesario que la constructora tenga una póliza de responsabilidad civil, ya que de lo contrario no podrá contratar este tipo de seguro.