Un seguro de coche a terceros es un tipo de seguro de automóvil que cubre los daños que usted pueda causar a otras personas, a sus vehículos y a otros bienes. No cubre los daños que usted pueda sufrir a sí mismo o a su coche. Es el tipo de seguro obligatorio en la mayoría de los estados de los EE.UU., y la mayoría de las aseguradoras ofrecen este tipo de seguro.
El seguro a terceros es un seguro de automóvil obligatorio en España. Este seguro cubre los daños causados a otras personas, vehículos o bienes mientras se conduce un vehículo a motor. No cubre los daños al vehículo del asegurado ni a las personas que viajan en él.
El seguro a terceros es el tipo de seguro más básico y por lo tanto el más barato. No obstante, no es el único seguro disponible. Los seguros a terceros con algunas coberturas adicionales están disponibles, aunque estos seguros suelen ser más caros.
Algunas de las coberturas adicionales que pueden estar incluidas en un seguro a terceros son:
Algunos seguros a terceros también pueden incluir una cobertura para el conductor, lo que significa que el asegurado estará cubierto en caso de lesiones personales. No obstante, esta cobertura suele estar limitada a una determinada cantidad y no cubre los daños al vehículo.
En España, el seguro a terceros es obligatorio para todos los vehículos a motor. No obstante, los propietarios de vehículos eléctricos y híbridos pueden optar por un seguro a terceros con una cobertura reducida. Estos seguros son más baratos que los seguros a terceros completos, pero no cubren todos los riesgos.
Los daños a terceros son aquellos perjuicios que se causan a una persona que no es parte del contrato. Es decir, si una persona daña a otra sin tener ningún tipo de relación contractual con ella, se estaría cometiendo un daño a terceros.
Los daños a terceros pueden ser de diversos tipos, desde daños físicos a daños materiales. En algunos casos, incluso, pueden ser daños a la reputación de una persona. Por ejemplo, si alguien difunde información falsa sobre otra persona con el único fin de perjudicarla, estaría cometiendo un daño a terceros.
En la mayoría de los casos, los daños a terceros son considerados delitos y, por lo tanto, están penados por la ley. Sin embargo, en algunos casos, los daños a terceros pueden ser considerados como faltas, es decir, como delitos menores.
Por ejemplo, si una persona rompiera la ventana de otra sin tener ningún tipo de relación con ella, estaría cometiendo un daño a terceros. En este caso, se trataría de una falta, ya que el daño causado es menor.
En cambio, si una persona agrediera físicamente a otra, estaría cometiendo un delito, ya que el daño causado es mucho mayor. De hecho, en algunos casos, los daños a terceros pueden llegar a ser considerados como delitos graves, como el homicidio.
En cualquier caso, los daños a terceros son perjuicios que se causan a una persona que no es parte del contrato. Por lo tanto, si se causara algún tipo de daño a una persona sin tener ninguna relación con ella, se estaría cometiendo un daño a terceros.