La franquicia de un seguro es la cantidad mínima que el asegurado debe pagar en caso de siniestro. La franquicia suele estar establecida en el contrato de seguro y, por lo general, no suele superar el 10% del daño causado.
¿Qué es la franquicia de un seguro?
La franquicia de un seguro es una cantidad mínima que el asegurado debe pagar en caso de siniestro. Por lo general, la franquicia no suele superar el 10% del daño causado.
La franquicia es una suma que, en caso de siniestro, no será indemnizada por la aseguradora y que correrá a cargo del asegurado. Es decir, que si tu coche sufre daños por un valor de 1.000 euros y tu franquicia es de 300 euros, la aseguradora solo te indemnizará 700 euros.
No todos los seguros tienen franquicia y, además, esta puede ser variable. En general, cuanto mayor es la franquicia, menor será el precio del seguro, ya que el asegurado asume un mayor riesgo. Así pues, contratar un seguro con franquicia o sin franquicia es una decisión personal que debes valorar en función de tus necesidades y posibilidades.
En el caso de los seguros de coche, la franquicia suele aplicarse en los daños materiales ocasionados al vehículo, aunque también puede aplicarse en gastos médicos o daños a terceros. En cualquier caso, antes de contratar un seguro, es importante que leas detenidamente las condiciones generales para saber en qué casos se aplica la franquicia.
La franquicia de 150 euros se refiere a la cantidad máxima que una persona puede cobrar por día en beneficios de desempleo. Este límite se estableció por el Gobierno de España en 2012 como parte de un paquete de medidas de austeridad económica. La intención era reducir el gasto público y aumentar la tasa de empleo, pero muchos críticos argumentan que la franquicia de 150 euros ha tenido un efecto negativo en la calidad de vida de muchas personas.
La franquicia de 150 euros se aplica a todas las prestaciones por desempleo, incluyendo el subsidio de desempleo, el subsidio de paro y el subsidio de inactividad. También se aplica a las prestaciones por cese de actividad, que se otorgan a las personas que han dejado de trabajar por razones que no dependen de ellas, como el cierre de una empresa. La franquicia de 150 euros no se aplica a las prestaciones por incapacidad laboral, ya que estas se consideran una forma de seguridad social.
La franquicia de 150 euros ha tenido un efecto particularmente negativo en las mujeres, ya que son las principales beneficiarias de las prestaciones por desempleo y cese de actividad. Según un informe del Observatorio de la Deuda Social de España, el número de mujeres que viven en pobreza absoluta ha aumentado un 13% desde que se estableció la franquicia. El informe también señala que el número de mujeres que cobran beneficios por desempleo ha disminuido un 12%, lo que sugiere que muchas mujeres han dejado de solicitar estas prestaciones porque no pueden permitirse vivir con un ingreso de 150 euros al día.
La franquicia de 150 euros también ha tenido un impacto negativo en la calidad de vida de muchas personas en España. Según el Eurostat, el número de personas que viven en pobreza aumentó un 3,5% en España entre 2012 y 2015, y se espera que el número de personas en riesgo de pobreza aumente un 4,5% en 2016. Muchos expertos culpan a la franquicia de 150 euros por este aumento, ya que ha dejado a muchas personas sin el dinero necesario para cubrir sus necesidades básicas.
Aunque la franquicia de 150 euros fue una medida adoptada por el Gobierno de España con el objetivo de ahorrar dinero, muchos expertos argumentan que ha tenido un efecto negativo en la economía. Según el Fondo Monetario Internacional, el aumento de la pobreza en España ha reducido el PIB en un 0,5%, lo que equivale a unos 10.000 millones de euros. El FMI también señala que el aumento de la pobreza puede tener un efecto negativo en el crecimiento económico a largo plazo, ya que las personas en pobreza tienen menos dinero para invertir en educación, salud y otros bienes necesarios para mejorar su calidad de vida.
La franquicia es una cantidad fija que, en caso de siniestro, debe ser pagada por el asegurado. En otras palabras, es el importe mínimo que el asegurado debe pagar en caso de siniestro, independientemente del daño causado. El resto del importe será pagado por la compañía aseguradora.
La franquicia se establece en el momento de contratar el seguro y su cuantía suele oscilar entre los 100 y 1.000 euros. No obstante, en función de la compañía aseguradora y de las características del seguro contratado, la franquicia puede ser más alta. De hecho, existen seguros en los que no se establece ninguna franquicia.
La franquicia es una cantidad que va a determinar el importe a cobrar por la compañía aseguradora en caso de siniestro. Por esta razón, cuanto mayor sea la franquicia, menor será el importe a cobrar en caso de accidente. De esta forma, si contratamos un seguro con una franquicia de 1.000 euros y se produce un accidente cuya cuantía asciende a los 2.000 euros, la compañía aseguradora solo nos abonará 1.000 euros, es decir, la diferencia entre la cuantía del siniestro y la franquicia.
No obstante, en función de las características del seguro contratado, la franquicia puede ser distinta. En algunos seguros, la franquicia solo se aplica en determinados siniestros. Por ejemplo, en el seguro de hogar, la franquicia solo se aplica en caso de robo. En cambio, en el seguro de coche, la franquicia se aplica en todos los siniestros, excepto en aquellos en los que el conductor del vehículo tenga la culpa.
¿Qué es un seguro a todo riesgo con franquicia? Un seguro a todo riesgo con franquicia, también conocido como un seguro de daños a terceros con franquicia, es un tipo de seguro de automóvil que cubre los daños que usted pueda causar a otras personas, pero con una franquicia aplicable. Esto significa que si usted es responsable de un accidente, tendrá que pagar una franquicia (deducible) antes de que su aseguradora cubra el resto de los daños. Una franquicia puede ser una suma fija o un porcentaje de los daños causados. Las franquicias suelen ser más altas para los seguros a todo riesgo que para los seguros a terceros, ya que los seguros a todo riesgo cubren una mayor cantidad de daños.
En la mayoría de los casos, una franquicia no se aplica si usted no es responsable del accidente. Sin embargo, algunas aseguradoras aplican una franquicia si usted tiene un accidente cuando no está cubierto por su seguro (por ejemplo, si usted tiene un accidente mientras conduce un automóvil que no está asegurado).
Algunas aseguradoras ofrecen seguros a todo riesgo con franquicia reducida o franquicia cero. Esto significa que no tendrá que pagar ninguna franquicia si usted no es responsable del accidente. Sin embargo, estos seguros suelen ser más caros que los seguros a todo riesgo con franquicia estándar.