La cesión de póliza es el acto mediante el cual se transfiere el derecho de cobro de una póliza de seguro a un tercero. El tomador del seguro cede el derecho de cobro a una entidad bancaria u otra institución financiera a cambio del anticipo del importe asegurado.
La cesión de póliza es el acto mediante el cual el asegurado transfiere a otra persona, total o parcialmente, los derechos y obligaciones que derivan de un contrato de seguro. La cesión de póliza permite que el nuevo asegurado asuma los riesgos a partir de la fecha en que se produce el traspaso, mientras que el tomador del seguro queda liberado de toda responsabilidad a partir de dicha fecha.
Para que la cesión de póliza sea válida, es necesario que el asegurado lo comunique por escrito a la compañía de seguros, indicando el nombre y los datos del nuevo asegurado, así como el alcance de la cesión.
Una vez que la compañía de seguros ha recibido la solicitud de cesión, deberá confirmar si acepta o no la cesión, y en caso de aceptarla, notificará al nuevo asegurado los términos y condiciones del contrato.
La cesión de póliza puede ser total o parcial. En el caso de una cesión total, el nuevo asegurado adquiere todos los derechos y obligaciones derivados del contrato, mientras que en el caso de una cesión parcial, solo adquiere algunos de ellos.
En algunos casos, la cesión de póliza puede ser gratuita o onerosa. En el primer caso, el nuevo asegurado no paga ninguna cantidad por la cesión, mientras que en el segundo caso, debe abonar una prima por la cesión.
La cesión de póliza es una operación muy común en el mercado de seguros, y suele realizarse en los siguientes casos:
La póliza de seguro de vida suspendida es una póliza que se ha creado para proteger a una persona en caso de fallecimiento. Si la persona fallece, la póliza pagará una suma a los beneficiarios designados. La póliza se suspende cuando la persona deja de pagar las primas y no puede reactivarse. Las pólizas suspendidas son muy comunes en los Estados Unidos y se pueden adquirir a través de muchas compañías de seguros.
La póliza de seguro de vida suspendida es una manera eficaz de proteger a su familia en caso de su fallecimiento. Si usted fallece, la póliza pagará una suma a los beneficiarios designados. Las pólizas de seguro de vida suspendidas son muy comunes en los Estados Unidos y se pueden adquirir a través de muchas compañías de seguros.
Una póliza de seguro de vida suspendida es una póliza que se ha creado para proteger a una persona en caso de fallecimiento. Si la persona fallece, la póliza pagará una suma a los beneficiarios designados. La póliza se suspende cuando la persona deja de pagar las primas y no puede reactivarse.
Existen dos clases de pólizas de seguros: las pólizas "no negociables" y las pólizas "negociables".
Las pólizas no negociables son aquellas que el tomador no puede transferir a otra persona sin el consentimiento del asegurador. Estas pólizas se emiten a nombre de una persona específica y el asegurador no está obligado a reconocer un cambio de titularidad de la póliza. En algunos casos, el asegurador puede permitir que el tomador cambie el beneficiario de la póliza, pero el tomador original seguirá siendo el titular de la póliza.
Las pólizas negociables, por el contrario, son pólizas que el tomador puede transferir a otra persona sin el consentimiento del asegurador. Estas pólizas se emiten a nombre del "tomador designado", que es la persona que inicialmente selecciona el seguro, pero el asegurador reconoce que el tomador puede ceder el derecho de la póliza a otra persona en cualquier momento. El beneficiario de la póliza también puede cambiarse sin el consentimiento del asegurador.
Las pólizas negociables suelen utilizarse en seguros de vida y en seguros de propiedad, mientras que las pólizas no negociables son más comunes en seguros de responsabilidad.
Para darse de baja en una mutua, lo primero que se debe hacer es solicitar el certificado de afiliación. Este documento se puede solicitar en la oficina de la mutua, a través de la web o por teléfono. Una vez que se tiene el certificado, hay que ponerse en contacto con la Seguridad Social y solicitar la baja. Para ello, se debe rellenar el formulario de solicitud de baja, que se puede obtener en la oficina de la Seguridad Social o en su web, y entregarlo en la oficina junto con el certificado de afiliación. Si se hace por teléfono o por internet, se debe adjuntar una copia del certificado de afiliación escaneado o enviarlo por fax.
En algunos casos, la baja en la mutua puede ser automática, por ejemplo, si se cambia de empresa. En este caso, la nueva empresa se encargará de dar de baja al trabajador en la mutua anterior y darlo de alta en la nueva. Otro caso en el que la baja es automática es si el trabajador cambia de provincia, ya que cada provincia tiene una mutua diferente. En este caso, la nueva mutua se encargará de dar de alta al trabajador y de dar de baja en la mutua anterior.
En cualquier otro caso, será el trabajador el que tendrá que darse de baja en la mutua. No obstante, hay que tener en cuenta que si se está en una situación de desempleo, se puede seguir estando afiliado a la mutua por un periodo de tiempo, ya que se puede seguir cobrando el subsidio por desempleo. Para ello, hay que solicitar la tarjeta de desempleo en la oficina de la Seguridad Social. Si se cambia de empresa o de provincia, se debe solicitar la baja en la mutua y, al mismo tiempo, solicitar la tarjeta de desempleo en la nueva oficina de la Seguridad Social. De esta forma, se podrá seguir estando afiliado a la mutua y cobrando el subsidio por desempleo.