La autorización sanitaria es el documento oficial que acredita que un establecimiento cumple con la normativa sanitaria vigente y, por lo tanto, está capacitado para el ejercicio de su actividad. Para obtener la autorización sanitaria, el establecimiento debe superar una inspección técnico-sanitaria inicial y, posteriormente, una serie de controles periódicos.
La inspección inicial se realiza con el fin de comprobar el cumplimiento de la normativa sanitaria aplicable al establecimiento y, en función de los resultados obtenidos, se dicta la correspondiente resolución (autorización, denegación o suspensión de la autorización). Si se trata de una nueva apertura, el establecimiento debe solicitar la autorización sanitaria en el plazo de un mes desde la fecha de inicio de actividad.
Una vez obtenida la autorización, el establecimiento debe mantener las condiciones técnico-sanitarias adecuadas para el ejercicio de su actividad y cumplir con las obligaciones establecidas en la normativa sanitaria vigente. En caso de incumplimiento, el establecimiento puede ser sancionado con la revocación de la autorización sanitaria.
En la mayoría de los casos, los medicamentos, vacunas, suplementos dietéticos y productos para la salud se comercializan en el mercado sin necesidad de autorización previa por parte de las autoridades sanitarias. No obstante, existen excepciones y hay productos que requieren autorización específica para su comercialización.
Los medicamentos, vacunas, suplementos dietéticos y productos para la salud que requieren autorización previa son aquellos que:
Los medicamentos, vacunas, suplementos dietéticos y productos para la salud que requieren autorización previa deben ser evaluados por las autoridades sanitarias para determinar si cumplen con los requisitos de seguridad, eficacia y calidad, y si la información que se proporciona al público es clara y precisa.
Para establecer un negocio de alimentos en México, debes tener una Licencia Sanitaria de funcionamiento otorgada por el Gobierno Federal. La obtención de esta licencia es un proceso que requiere cumplir una serie de requisitos y trámites. A continuación, se explica el proceso a seguir para obtener la Licencia Sanitaria de funcionamiento en México.
El primer paso para obtener la Licencia Sanitaria de funcionamiento es registrar el negocio ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT). El SAT es el organismo encargado de cobrar y administrar los impuestos en México. Al registrar el negocio ante el SAT, se obtiene el Registro Federal de Contribuyentes (RFC), que es un número asignado por el SAT a todas las personas físicas o morales que realizan actividades económicas en México.
Una vez que se tiene el RFC, el siguiente paso es solicitar la Licencia Sanitaria de funcionamiento al Instituto de Salud. Para solicitar la Licencia Sanitaria de funcionamiento, es necesario llenar una solicitud disponible en el sitio web del Instituto de Salud. La solicitud debe estar acompañada de ciertos documentos, como el registro federal de contribuyentes, el permiso de funcionamiento otorgado por el municipio y el plano de la instalación del negocio.
Una vez que se ha llenado la solicitud y se han reunido todos los documentos requeridos, el siguiente paso es entregar la solicitud y los documentos en la oficina del Instituto de Salud correspondiente. Al entregar la solicitud, se debe pagar una tarifa. Si todos los documentos son correctos y la instalación cumple con los requisitos sanitarios, se otorgará la Licencia Sanitaria de funcionamiento.
La Licencia Sanitaria de funcionamiento es un documento que debe estar a la vista del público en el establecimiento. El documento debe ser renovado cada año y es necesario cumplir con todos los requisitos y trámites para mantenerla vigente. Si el establecimiento no cumple con los requisitos sanitarios o no tiene la Licencia Sanitaria de funcionamiento, el Instituto de Salud puede clausurar el negocio.
Los servicios de sanidad son un conjunto de actividades dirigidas a mantener o mejorar la salud de las personas. En la mayoría de los países, la prestación de servicios de salud está regulada y se realiza principalmente a través del sector público.
A nivel internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como "un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades".
Los servicios de salud se prestan a través de una red de establecimientos de salud que incluyen hospitales, centros de salud, consultorios médicos, farmacias, etc. En algunos países, el sector público es el principal responsable de la prestación de servicios de salud, mientras que en otros, el sector privado también juega un papel importante.
La calidad de los servicios de salud está determinada por una serie de factores, entre los que se pueden mencionar la disponibilidad y accesibilidad de los servicios, la calidad de los servicios prestados, la satisfacción de los usuarios con los servicios recibidos, etc.
Los centros sanitarios son espacios físicos diseñados para brindar atención médica a los usuarios, estableciendo una relación médico-paciente. Los centros sanitarios pueden ser públicos o privados, y estar regidos por el sector público o el sector privado. En ellos se pueden prestar diferentes servicios, desde la atención primaria de salud hasta la atención especializada o de urgencia.
En general, los centros sanitarios cuentan con consultorios médicos, salas de espera, salas de curaciones, salas de rehabilitación, salas de enfermería, laboratorios, gabinetes de radiología e imágenes, una farmacia y una sala de emergencias.
La atención primaria de salud es la que se brinda en la consulta externa de los centros sanitarios, a través de la cual el médico atiende a los pacientes que acuden por primera vez con una enfermedad o que requieren de una revisión médica general.
En cambio, la atención especializada se brinda en los servicios de hospitalización, a través de los cuales se atienden a los pacientes que requieren de un tratamiento más complejo o de una intervención quirúrgica. Asimismo, en los servicios de urgencia se atienden a los pacientes que requieren de atención inmediata por un problema de salud grave.