El trámite de siniestros es el procedimiento que se realiza para hacer frente a un evento no deseado, generalmente relacionado con un daño material, lesión personal o muerte. Aunque el término se aplica a una variedad de situaciones, el trámite de siniestros generalmente se refiere a la solicitud y pago de reclamaciones aseguradoras.
En la mayoría de los casos, el asegurado debe notificar al asegurador de un evento potencialmente cubierto por la póliza, y el asegurador determinará si el evento está cubierto. Si el asegurador determina que el evento está cubierto, el asegurado debe presentar una reclamación. La aseguradora evaluará la reclamación y, si se determina que es válida, se pagará la cantidad acordada al asegurado.
En algunos casos, el trámite de siniestros puede ser más complicado. Por ejemplo, si el asegurador determina que el evento no está cubierto por la póliza, el asegurado puede apelar la decisión. También pueden surgir problemas si el asegurador y el asegurado no están de acuerdo en el importe de la reclamación. En estos casos, es posible que se requiera la intervención de un tercero para evaluar la reclamación y llegar a un acuerdo.
La tramitación de siniestros es el proceso que se realiza para dar curso a un reclamo por un daño material o un accidente. Es decir, es el procedimiento que se sigue para hacer efectivo un seguro. Este trámite suele realizarse a través de una aseguradora, la cual se encargará de evaluar el caso y, en su caso, cubrir los daños o perjuicios causados.
Para tramitar un siniestro, lo primero que debes hacer es ponerte en contacto con tu aseguradora, ya que ellos serán quienes te orientarán sobre los pasos a seguir. Normalmente, la aseguradora te pedirá que rellenes una declaración de siniestros, en la que se especificarán todos los datos relevantes del accidente o del daño material. También te pedirán que aportes una serie de documentos, como la factura del producto dañado o el parte de accidentes si se trata de un percance de tráfico.
Una vez que la aseguradora recibe toda la documentación, se pondrá en contacto contigo para notificarte de la decisión sobre el siniestro. Si se procede a la indemnización, te informarán de los pasos a seguir para cobrar el importe asegurado. En algunos casos, la aseguradora puede solicitar que un perito evalúe los daños antes de tomar una decisión.
El tramitador de siniestros es una persona que se dedica a gestionar los trámites derivados de un siniestro. En muchas ocasiones, el tramitador de siniestros es un abogado especializado en seguros.
El tramitador de siniestros debe ser capaz de gestionar todos los trámites de forma eficiente y rápida, ya que en muchos casos se trata de situaciones de emergencia. Es por ello que el tramitador de siniestros debe ser una persona muy organizada y con mucha experiencia en el sector.
El tramitador de siniestros debe ser una persona muy comunicativa, ya que debe estar en contacto constante con el asegurado, el perito y el propio seguro. En muchas ocasiones, el tramitador de siniestros es la única persona que puede solucionar los problemas derivados de un siniestro.
Por último, el tramitador de siniestros debe ser una persona muy responsable, ya que en muchas ocasiones se trata de cantidades muy elevadas de dinero. Es por ello que el tramitador de siniestros debe ser una persona muy confiable.
Un siniestro puede ser un accidente, un daño involuntario que causa una pérdida material, una lesión personal o una muerte. En general, se produce por culpa de un tercero, aunque en ocasiones es culpa propia. Según el tipo de siniestro, las consecuencias pueden ser muy diferentes. A continuación, te detallamos los principales tipos de siniestro.
Los accidentes de coche son uno de los siniestros más frecuentes. Aunque en la mayoría de los casos no son graves, en ocasiones pueden derivar en lesiones o incluso en muertes. Según las estadísticas, en España se producen unos 120.000 accidentes de coche al año, de los cuales 4.000 son mortales.
Otro tipo de siniestro muy frecuente es el robo. Aunque en la mayoría de los casos se trata de robos a mano armada en los que no se produce ninguna lesión, en algunos casos el delincuente puede agredir a la víctima. En España, según datos del año 2018, se produjeron un total de 227.725 robos.
Otro tipo de siniestro que, aunque es menos frecuente, puede tener consecuencias muy graves, es el incendio. Los incendios pueden producirse por diversas causas, como un cortocircuito, un cigarrillo mal apagado, una vela o un fuego abierto. Según datos del año 2017, en España se produjeron un total de 22.441 incendios.
Por último, otro tipo de siniestro que puede tener consecuencias muy graves es el huracán. Los huracanes son tormentas de viento muy intensas que se producen en zonas cálidas del océano. En España, los huracanes son un fenómeno relativamente raro, pero en los últimos años se han producido algunos, como el Huracán Ophelia en 2017.
Pueden ser muchas las causas que originan un siniestro, desde un accidente doméstico, un robo o un incendio. Si bien es cierto que en algunos casos podemos llegar a solventar los problemas por nosotros mismos, hay otras ocasiones en las que requerimos la intervención de una compañía de seguros.
Pero, ¿quién puede declarar un siniestro? A continuación te lo explicamos.
La persona titular del seguro es quien puede hacer la declaración de siniestro, es decir, aquella que está contratada y a su nombre está la póliza. No obstante, en algunos casos concretos, se puede autorizar a otra persona para que actúe en su representación, como puede ser un familiar directo.
De esta manera, si eres el titular del seguro y has sufrido un siniestro, deberás ponerte en contacto con tu compañía de seguros para que te asesoren sobre los pasos a seguir. En primer lugar, se realizará una investigación del siniestro para establecer las causas y el alcance del mismo, y una vez comprobado que todo está en regla, se procederá a hacer efectivo el seguro.
No obstante, en algunos casos especiales, como puede ser un incendio forestal, será el propio Gobierno el que se haga cargo de los daños ocasionados.
Lo primero que debes hacer es mantener la calma y no entrar en pánico. A continuación, deberás ponerte en contacto con tu compañía de seguros para informarles de lo ocurrido. En algunos casos, como puede ser un incendio, será necesario que te pongas en contacto con los bomberos para que acudan al lugar del siniestro.
Una vez que se haya producido el siniestro, deberás recolectar toda la información posible sobre lo ocurrido. Toma fotografías o graba videos del daño ocasionado y, si es posible, identifica a las personas que estuvieron involucradas en el mismo. También es importante que recopiles toda la documentación relacionada con el siniestro, como pueden ser facturas, recibos o contratos.
Una vez que hayas recopilado toda la información necesaria, deberás ponerte en contacto con tu compañía de seguros para que puedan hacer efectivo el seguro.