El sistema de seguros es un conjunto de medidas de protección social cuyo objetivo es minimizar o reparar los efectos derivados de la ocurrencia de un evento incierto e imprevisto que cause un daño a una persona o a sus bienes. El sistema de seguros se basa en la creación de un fondo común, al que aportan los asegurados mediante la suscripción de un contrato de seguro, y del que se hace cargo en caso de siniestro. El seguro es una operación jurídica mediante la cual una persona, la aseguradora, se obliga frente a otra, el asegurado, a indemnizarle un daño o a hacerle frente a una pérdida futura en caso de que se materialice un evento incierto e imprevisto. El objetivo del seguro es proteger al asegurado de un riesgo específico, cubriendo el daño que pueda derivarse de su materialización.
El sistema de seguros en España está regulado por la Ley 50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de Seguro, y por el Real Decreto Legislativo 6/2004, de 29 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Ordenación y Supervisión de los Seguros Privados. En virtud de esta regulación, el sistema de seguros en España se caracteriza por su estructura plural, en la que conviven diferentes tipos de aseguradoras: compañías de seguros, entidades aseguradoras de carácter público, mutuas de accidentes de trabajo, etc. Asimismo, el sistema de seguros español se caracteriza por una elevada grado de libertad de contratación, lo que permite a los asegurados contratar el seguro que mejor se adapte a sus necesidades.
El sistema de seguros en España se encuentra supervisado por el Instituto Nacional de Seguros y Fondos de Pensiones (INSS), que es el organismo encargado de velar por el correcto funcionamiento del mercado asegurador y de garantizar la protección de los intereses de los asegurados. El INSS tiene entre sus competencias el control de las aseguradoras, la supervisión de los seguros y la protección de los asegurados. En el caso de las aseguradoras, el INSS se encarga de velar por su solvencia y de garantizar su adecuada gestión. En cuanto a los seguros, el INSS se encarga de velar por su correcta contratación y ejecución, así como de garantizar la protección de los asegurados en caso de siniestro. En el caso de los asegurados, el INSS tiene entre sus competencias la protección de sus derechos, la asistencia en caso de siniestro y la resolución de conflictos.
El seguro es un contrato mediante el cual una persona (asegurada) transfiere a una compañía de seguros (aseguradora), una cantidad determinada de dinero (primas), a cambio de que la entidad le cubra un riesgo futuro específico.
La aseguradora está obligada a pagar una indemnización al asegurado en el caso de que se produzca el siniestro cubierto por el seguro. El importe de la indemnización estará previamente pactado en el contrato.
Hay muchos tipos de seguros, desde seguros de vida, de hogar, de coche, de salud, etc. En general, el seguro sirve para cubrir riesgos que de otra forma serían imposibles o muy difíciles de afrontar.
Los seguros de vida, por ejemplo, sirven para cubrir los gastos derivados del fallecimiento de la persona asegurada. De esta forma, la familia del fallecido no tendrá que hacer frente a los costes del funeral y podrá disponer de una renta mensual que le permita mantener su nivel de vida habitual.
Los seguros de hogar, en cambio, sirven para cubrir los daños que pueda sufrir la vivienda asegurada en caso de incendio, robo, inundación, etc. De esta forma, el asegurado no tendrá que hacer frente a los gastos de reparación o sustitución de los daños ocasionados.
En el caso de los seguros de coche, estos sirven para cubrir los gastos derivados de un accidente de tráfico, ya sea de responsabilidad del asegurado o no. De esta forma, el asegurado no tendrá que hacer frente a los gastos de reparación o sustitución del vehículo, así como los gastos médicos de los ocupantes del vehículo.
Por último, los seguros de salud sirven para cubrir los gastos médicos derivados de una enfermedad o accidente. De esta forma, el asegurado no tendrá que hacer frente a los gastos médicos, lo que le permitirá afrontar el tratamiento de la enfermedad o el accidente de la mejor forma posible.
¿Qué es un seguro? Un seguro es un contrato mediante el cual una persona (asegurado) se compromete a pagar una prima periódica a una empresa de seguros (aseguradora), y ésta se obliga a indemnizar al asegurado por los daños o pérdidas que se produzcan en el objeto asegurado, en los términos y condiciones previstos en el contrato.
Para contratar un seguro, el asegurado debe establecer el objeto asegurado, que es lo que va a ser protegido, así como el riesgo a cubrir, que es el daño o pérdida que puede producirse. En función de estos dos elementos, el asegurador establecerá el precio del seguro (la prima), que será más o menos elevado en función del objeto asegurado y del riesgo a cubrir.
Por ejemplo, si una persona quiere asegurar su coche, el objeto asegurado será el coche y el riesgo a cubrir será un accidente. En función de esto, el asegurador establecerá el precio del seguro, que será más o menos elevado en función de la marca y modelo del coche, de la edad y experiencia del conductor, etc.
En el caso de un seguro de vida, el objeto asegurado será la vida de la persona, y el riesgo a cubrir será la muerte. En función de esto, el asegurador establecerá el precio del seguro, que será más o menos elevado en función de la edad y estado de salud de la persona, etc.
Tipos de seguros
Existen diferentes tipos de seguros, que se pueden clasificar en función de su objeto asegurado o de su finalidad.
En función del objeto asegurado, podemos distinguir los siguientes tipos de seguros:
En función de su finalidad, podemos distinguir los siguientes tipos de seguros: