¿Qué es el seguro de todo riesgo de construcción?

El seguro de todo riesgo de construcción es una póliza de seguros que cubre los daños materiales y personales causados por la construcción de una obra. También cubre los daños ocasionados por el incendio, el agua, el viento, el rayo, el terremoto y otros fenómenos naturales, así como por el robo o el vandalismo.

Este seguro es obligatorio para todos los contratistas y constructoras que realicen obras de construcción, ya que garantiza la indemnización por los daños causados a las personas o las cosas durante la ejecución de la obra.

El seguro de todo riesgo de construcción cubre tanto los daños causados a la obra en construcción como los daños a los materiales, equipos y herramientas utilizados en la obra. También cubre los gastos de demolición y reconstrucción de la obra, así como los gastos de limpieza y desinfección de la obra.

Este seguro no cubre los daños causados por la mala calidad de los materiales o la mala ejecución de la obra. También excluye los daños causados por el agotamiento de los recursos naturales, como el agua o el petróleo, así como los daños causados por la contaminación del aire o del agua.

¿Qué cubre el seguro todo riesgo construcción?

La cobertura todo riesgo construcción es un seguro que protege a los constructores por daños a la propiedad que se está construyendo, así como por daños a terceros que se produzcan durante el proceso de construcción. Esta cobertura generalmente se incluye en un paquete de seguros de construcción y suele ser la más costosa de las coberturas que se ofrecen. No obstante, es la única que ofrece una protección completa para la construcción.

La cobertura todo riesgo construcción protege tanto a la propiedad como a los trabajadores contra una amplia variedad de riesgos, tales como incendios, inundaciones, terremotos, vientos fuertes, vandalismo y robos. También cubre los daños a terceros que se produzcan en la obra, como lesiones a las personas o daños a la propiedad de otras personas. En algunos casos, también se incluye una cobertura especial para objetos de valor, como joyas o artefactos antiguos.

La cobertura todo riesgo construcción suele ser muy costosa, pero es la única que ofrece una protección completa para la construcción. Si se está considerando construir una nueva propiedad, es importante asegurarse de que se cuenta con esta cobertura para evitar cualquier imprevisto.

¿Quién debe contratar el seguro todo riesgo construcción?

La figura del asegurado en el seguro de todo riesgo de construcción es muy importante, ya que afecta directamente a la contratación del seguro, así como a la prestación de las coberturas. La Ley 50/1980, de Contrato de Seguro, establece que el asegurado es la persona que contrata el seguro y a quien se le presta la protección del mismo. No obstante, en el caso de los seguros de obra, la figura del asegurado no es tan clara, ya que no siempre es el propietario del inmueble el que contrata el seguro.

En el caso de las obras privadas, el asegurado será el promotor de la obra, ya que es él quien asume el riesgo de la construcción. No obstante, en el caso de las obras públicas, el asegurado será el ente público que contrata la obra, ya que es quien asume el riesgo de la construcción. En ambos casos, el asegurado será el responsable de la contratación del seguro y de la prestación de las coberturas.

No obstante, en el caso de las obras de rehabilitación, el asegurado será el propietario del inmueble, ya que es quien asume el riesgo de la obra. En este caso, el asegurado será responsable de la contratación del seguro y de la prestación de las coberturas.

¿Qué es un seguro de riesgo?

Un seguro de riesgo es una forma de protección financiera que se compra para cubrir una pérdida potencial. Los seguros de riesgo se compran para proteger a las personas y a las empresas de las consecuencias de un evento incierto. Los seguros de riesgo se compran para cubrir una pérdida específica, como la muerte o la invalidez, o para cubrir un riesgo general, como un incendio. Los seguros de riesgo se compran para proteger el patrimonio de una persona o de una empresa. Los seguros de riesgo se compran para proteger a las personas y a las empresas de las consecuencias de un evento incierto. Los seguros de riesgo se compran para cubrir una pérdida específica, como la muerte o la invalidez, o para cubrir un riesgo general, como un incendio. Los seguros de riesgo se compran para proteger el patrimonio de una persona o de una empresa.

¿Qué es el seguro decenal construcción?

El seguro decenal construcción es un tipo de póliza que cubre los daños estructurales de una obra durante un período de diez años, a partir de la finalización de la misma. No obstante, el seguro no cubre las deficiencias del proyecto ni los desperfectos ocasionados por el mal uso de la obra.

El seguro decenal construcción es obligatorio para todas las obras de construcción que se realicen a partir del 1 de enero de 2015, de acuerdo con la Ley 22/2014, de 12 de noviembre, de reforma del seguro obligatorio de daños en la edificación.

La póliza de seguro de construcción debe contratarse en el momento de la finalización de la obra y, en cualquier caso, antes de que transcurran tres meses desde la recepción de la misma. El importe asegurado debe ser igual o superior al coste de reconstrucción de la obra, según el presupuesto aprobado por el Ayuntamiento o la Comunidad Autónoma, o, en su defecto, el coste estimado por la compañía aseguradora.

El seguro decenal construcción cubre los siguientes daños:

  • Derrumbe total o parcial de la obra.
  • Incendio de la obra.
  • Daños producidos por agua, como la infiltración o el desbordamiento de las canalizaciones.
  • Daños producidos por el viento, el granizo o el hurricane.
  • Daños producidos por el terremoto, el volcán o el maremoto.

El seguro decenal construcción no cubre los siguientes daños:

  • Daños producidos por el agua de lluvia, el agua de condensación o el agua subterránea.
  • Daños producidos por el hielo, el deshielo o la escarcha.
  • Daños producidos por la humedad o la condensación.
  • Daños producidos por la corrosión, el óxido o la oxidación.
  • Daños producidos por el desgaste normal de la obra.
  • Daños producidos por el mal uso de la obra.
  • Daños producidos por la falta de mantenimiento de la obra.

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