La defensa de multas es un servicio jurídico que permite a los infractores de tráfico impugnar las multas de tráfico que consideren injustas. En la mayoría de los casos, se trata de multas impuestas por agentes de Policía Municipal que, por diferentes motivos, pueden llegar a ser improcedentes.
La defensa de multas es un derecho de todos los ciudadanos y, por tanto, cualquier persona puede intentar impugnar una multa de tráfico. No obstante, el éxito de la impugnación dependerá de los argumentos y pruebas presentadas.
Para interponer una defensa de multas, lo primero que se debe hacer es acudir a la Jefatura Provincial de Tráfico o a la Jefatura Local de Policía correspondiente, aportando toda la documentación necesaria. En función de las pruebas aportadas, se decidirá si se da o no la razón al infractor.
En el caso de que se diera la razón al infractor, se anularía la multa y no se impondría ninguna sanción. Sin embargo, en el caso de que no se diera la razón, se confirmaría la multa y se impondría la sanción correspondiente.