La CVA enfermedad (también llamada derrame cerebral) es una afección en la que se produce un daño en el cerebro debido a una falta de suministro de sangre. Esto puede ser causado por un bloqueo en una de las arterias que llevan sangre al cerebro o por una ruptura de una de estas arterias. La CVA enfermedad puede ser muy grave y puede llevar a la muerte o a una discapacidad permanente. Los síntomas de un derrame cerebral pueden incluir pérdida de la sensibilidad en un lado del cuerpo, pérdida de la fuerza en un lado del cuerpo, pérdida de la visión en un ojo, dificultad para hablar o para comprender el habla de los demás, dificultad para moverse, y pérdida de equilibrio. Si usted tiene cualquiera de estos síntomas, llame inmediatamente a un médico o al 911.
La CVA enfermedad es una de las principales causas de muerte y de discapacidad en los Estados Unidos. Según las estimaciones, cada año alrededor de 790,000 personas en los Estados Unidos sufren un derrame cerebral, y de ellas, aproximadamente 140,000 mueren. Las personas mayores de 65 años son especialmente propensas a sufrir un derrame cerebral, pero los derrames cerebrales también pueden ocurrir en personas más jóvenes. Los derrames cerebrales también son a menudo causados por enfermedades del corazón, como la aterosclerosis (una acumulación de placa en las paredes de las arterias), hipertensión arterial (presión arterial alta), enfermedad de las arterias carótidas (una enfermedad en las arterias que llevan sangre al cerebro), y enfermedad cardiaca congénita (un defecto en el corazón presente desde el nacimiento).
Si usted tiene un derrame cerebral, es importante recibir tratamiento de inmediato. Si se trata rápidamente, algunos derrames cerebrales pueden ser revertidos y las personas pueden recuperar la función cerebral. Sin embargo, el daño cerebral causado por un derrame cerebral puede ser permanente, por lo que es importante tomar medidas para prevenir un derrame cerebral en primer lugar. Las medidas de prevención de derrame cerebral incluyen el control de la presión arterial, el colesterol, y el azúcar en la sangre; el tratamiento de enfermedades del corazón, como la arteriosclerosis y la hipertensión arterial; el hábito de fumar; y el consumo excesivo de alcohol. También es importante hacer ejercicio regularmente y llevar un estilo de vida saludable en general.
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Los accidentes cerebrovasculares representan una de las principales causas de muerte y discapacidad en todo el mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se producen cerca de 15 millones de accidentes cerebrovasculares en todo el mundo, lo que supone uno cada seis segundos. En España, según datos del Ministerio de Sanidad, en 2012 hubo un total de 106.725 ingresos hospitalarios por ictus, lo que supuso un aumento del 11,3% respecto a 2011.
Los accidentes cerebrovasculares se producen cuando se interrumpe el suministro de sangre al cerebro, ya sea por una obstrucción (ACV isquémico) o por una ruptura (ACV hemorrágico). Esto provoca un daño cerebral, que puede manifestarse de diversas formas, según la zona del cerebro afectada.
Los síntomas de un accidente cerebrovascular pueden ser:
Si se presenta cualquiera de estos síntomas, es importante acudir de inmediato al servicio de urgencias. El tratamiento de un accidente cerebrovascular debe iniciarse en las primeras horas, ya que cuanto antes se reciba tratamiento, mejor será el pronóstico.
Un accidente cerebrovascular isquémico (ACV isquémico) se produce cuando un bloqueo en una de las arterias que lleva sangre al cerebro causa un derrame cerebral. El bloqueo puede ser causado por un coágulo de sangre o una placa de ateroma. El derrame cerebral es una emergencia médica, y se debe buscar atención médica de inmediato.
Los síntomas de un derrame cerebral isquémico pueden incluir:
Los síntomas pueden ser leves al comienzo y empeorar rápidamente. Si tiene cualquiera de estos síntomas, busque atención médica de inmediato. Un derrame cerebral isquémico puede ser mortal o causar discapacidad permanente si no se trata de inmediato.