Greta Thunberg es una joven activista sueca de 16 años que lucha por el clima. Greta ha sido diagnosticada con Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad, Trastorno Obsesivo-Compulsivo, Síndrome de Asperger y Depresión. El Síndrome de Asperger es una discapacidad del neurodesarrollo que se caracteriza por dificultades en la interacción social, la comunicación y el comportamiento. La Depresión es una enfermedad mental que se caracteriza por un estado de ánimo de tristeza, pérdida de interés o placer, dificultades para dormir, cambios de apetito, etc. Greta Thunberg comenzó a luchar por el clima después de que fuera diagnosticada con Síndrome de Asperger. Ella pensó que si ella estaba enferma, entonces el planeta también podría estarlo.
El síndrome de Asperger es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por tener dificultades en la interacción social y en la comunicación, así como por tener intereses y/o actividades repetitivas. Aunque se considera un trastorno del espectro autista, las personas con síndrome de Asperger no tienen retraso en el lenguaje ni en el desarrollo cognitivo. Sin embargo, pueden tener dificultades en la comprensión de los lenguajes no verbales, lo que les hace parecer a veces aislados y distantes.
Las personas con síndrome de Asperger suelen tener intereses muy específicos y pueden pasar gran parte de su tiempo hablando sobre su tema de interés. Pueden tener dificultades para comprender los puntos de vista de los demás y pueden tener dificultades para expresar sus propios sentimientos. A menudo se les describe como "cerebros en cuerpos humanos", ya que pueden parecer más interesados en los objetos y en la información que en las personas.
El síndrome de Asperger no tiene cura, pero la mayoría de las personas pueden llevar una vida plena y satisfactoria con el tratamiento adecuado. El tratamiento se centra en mejorar la capacidad de la persona para interactuar socialmente y en ayudarla a aprender a comunicarse de manera efectiva. A menudo se utilizan terapias de comportamiento y de habilidades sociales para ayudar a las personas a aprender a interactuar con los demás. También se les puede enseñar a las personas con síndrome de Asperger a manejar sus intereses específicos de manera efectiva, para que no se conviertan en una obsesión o interfieran en su capacidad para llevar una vida normal.
El síndrome de Savant es una condición neurológica en la que una persona con un retraso mental leve o moderado presenta una habilidad especial sobresaliente en ciertas áreas, como la música, el dibujo, la memoria fotográfica o el cálculo matemático. Aunque el síndrome de Savant es raro, se ha documentado en personas de todo el mundo y en todas las razas y grupos étnicos. Los investigadores estiman que el síndrome de Savant afecta a una de cada 10 personas con retraso mental.
Las personas con síndrome de Savant suelen tener una inteligencia general por debajo de la media, pero su habilidad especial es significativamente más alta. Por ejemplo, una persona con síndrome de Savant puede ser incapaz de leer o escribir, pero puede tener una memoria fotográfica increíble o un talento natural para la música. En algunos casos, el síndrome de Savant se acompaña de otras condiciones neurológicas, como el autismo o el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Aunque el síndrome de Savant es raro, se ha documentado en personas de todo el mundo y en todas las razas y grupos étnicos. Los investigadores estiman que el síndrome de Savant afecta a una de cada 10 personas con retraso mental. Sin embargo, la mayoría de las personas con síndrome de Savant son hombres. Se cree que esto se debe a que los hombres son más propensos que las mujeres a tener retraso mental.
El síndrome de Savant se diagnostica mediante una evaluación neurológica y psicológica detallada. Los médicos y los psicólogos pueden usar pruebas especiales para evaluar el nivel de inteligencia general y la habilidad especial de una persona. En algunos casos, se pueden realizar pruebas de neuroimagen, como una resonancia magnética, para buscar anomalías en el cerebro que puedan estar relacionadas con el síndrome de Savant.
No hay un tratamiento específico para el síndrome de Savant, pero las personas con esta condición pueden beneficiarse de la terapia ocupacional, la terapia del lenguaje y otras formas de terapia para mejorar su funcionamiento diario. Algunas personas con síndrome de Savant pueden necesitar atención médica especializada para tratar otras condiciones neurológicas que puedan estar presentes, como el autismo o el TDAH.