La diferencia más importante entre el asegurado y el asegurador es que el asegurado es la persona que paga la prima y el asegurador es la persona que paga el reembolso en caso de un siniestro. Otra diferencia es que el asegurador es el que tiene el riesgo de que ocurra un siniestro y el asegurado es el que tiene el riesgo de que no ocurra un siniestro. Por último, el asegurador tiene un interés en que no ocurra un siniestro, mientras que el asegurado tiene un interés en que ocurra un siniestro.
El asegurado es la persona física o jurídica que contrata el seguro. Mientras que el asegurador es la entidad que se compromete a pagar los daños ocasionados por un siniestro cubierto por el contrato de seguro.
En España, el asegurado está protegido por la Ley de Contrato de Seguro, que regula las relaciones entre las partes. En ella se establecen los derechos y obligaciones de las partes contratantes, así como los límites a la actuación del asegurador.
El asegurador tiene la obligación de indemnizar al asegurado por los daños ocasionados por un siniestro cubierto por el contrato de seguro, siempre y cuando el asegurado cumpla con las obligaciones establecidas en el mismo.
Existen distintos tipos de seguros, y en todos ellos figuren dos nombres clave: el del tomador del seguro, y el del asegurado. Muchas personas no saben cuál es la función de cada uno, o incluso confunden uno con el otro. En este artículo, vamos a intentar aclarar estas cuestiones.
En primer lugar, el tomador del seguro es la persona que contrata el seguro. Es decir, la que decide que necesita un seguro de vida, de hogar, de coche, etc., y acude a una entidad aseguradora para contratarlo. El tomador del seguro es, por tanto, la persona que paga la prima del seguro.
Por otro lado, el asegurado es la persona que está cubierta por el seguro en caso de fallecimiento, accidente, enfermedad, robo, etc. Por lo general, el asegurado es el propio tomador del seguro, aunque en algunos casos puede ser otra persona. En el seguro de vida, por ejemplo, es muy habitual que el tomador del seguro contrate una póliza a nombre de otra persona, como puede ser un hijo.
En resumen, podemos decir que el tomador del seguro es la persona que contrata el seguro, y el asegurado es la persona que está cubierta por el mismo. Es importante tener en cuenta que, en algunos casos, el tomador del seguro y el asegurado pueden ser la misma persona, pero no siempre es así.
En seguros, el asegurado es la persona que contrata el seguro y a quien se le presta el servicio de protección económica.
En la mayoría de los casos, el asegurado es la misma persona que contrata el seguro y que, por lo tanto, está interesada en la protección que este ofrece. Sin embargo, en algunos casos es posible que el contratante del seguro no sea el mismo que el asegurado.
Por ejemplo, en un seguro de vida, el asegurado puede ser una persona que contrata el seguro para proteger a su familia en caso de su muerte. En este caso, el beneficiario del seguro será la familia del asegurado, no el propio asegurado.
En general, el asegurado es la persona que está interesada en la protección que ofrece el seguro y que tiene derecho a recibir los beneficios del mismo.
Un agente de seguros, también conocido como corredor de seguros, es un profesional que se dedica a la venta de pólizas de seguros. En la mayoría de los casos, los agentes de seguros representan a una sola compañía de seguros, aunque también pueden representar a varias compañías. Los agentes de seguros deben estar registrados y tener una licencia de seguros válida.
Los agentes de seguros son responsables de reunir información sobre los clientes potenciales, evaluar sus necesidades de seguros y luego presentarles una o más pólizas que se adapten a esas necesidades. Los agentes de seguros también brindan asesoramiento sobre los diferentes tipos de seguros que están disponibles y pueden ayudar a los clientes a modificar o cancelar sus pólizas.
Los agentes de seguros generalmente reciben una comisión por las pólizas de seguros que venden, aunque algunos pueden cobrar una tarifa plana. Los agentes de seguros también pueden ganar dinero mediante el pago de bonos, que son pagos adicionales que reciben de las compañías de seguros por alcanzar ciertas metas de ventas.
Un seguro de coche es un contrato entre usted y la compañía de seguros. En este contrato, usted se compromete a pagar una prima (cantidad de dinero) y la compañía de seguros se compromete a cubrir los daños que usted pueda causar a otras personas o sus coches. En la mayoría de los seguros de coche, el asegurado es la persona que tiene el coche y que está cubierto por el seguro. Esto significa que, si usted es el asegurado y causó un accidente, la compañía de seguros pagará por los daños que usted causó. Si usted no es el asegurado, la compañía de seguros no tiene por qué cubrir los daños que usted causó.
En algunos seguros de coche, el asegurado puede ser otra persona que no sea el propietario del coche. Por ejemplo, si usted es el propietario de un coche y lo alquila a otra persona, la persona que alquila el coche puede ser el asegurado. Esto significa que, si la persona que alquila el coche causa un accidente, la compañía de seguros pagará los daños que causó. Si usted es el propietario del coche, pero no es el asegurado, la compañía de seguros no tiene por qué cubrir los daños que usted causó.
En algunos casos, el asegurado puede ser más de una persona. Por ejemplo, si usted es el propietario de un coche y lo comparte con otra persona, ambas personas pueden ser aseguradas. Esto significa que, si una de las personas que comparten el coche causa un accidente, la compañía de seguros pagará los daños que causó. Si usted es el propietario del coche, pero no es el asegurado, la compañía de seguros no tiene por qué cubrir los daños que usted causó.
En el mundo de los seguros, el término "intermediario" se usa de forma general para referirse a cualquier persona física o jurídica que actúa como enlace entre la aseguradora y el asegurado. En este contexto, el intermediario es el agente que representa a la compañía de seguros en la relación contractual con el asegurado.
En la mayoría de los casos, el intermediario ofrece sus servicios a cambio de una comisión, que se paga por la aseguradora. No obstante, en algunos casos es el asegurado el que paga directamente al intermediario (por ejemplo, en el caso de los seguros de vida).
El papel del intermediario es esencial en el mundo de los seguros, ya que es el encargado de asesorar al asegurado en el momento de contratar un seguro, de acuerdo con sus necesidades.
Asimismo, el intermediario es el encargado de gestionar las relaciones entre el asegurado y la aseguradora, y de tramitar los reclamos en caso de siniestro.
En España, las principales figuras de intermediarios de seguros son las siguientes:
En cualquier caso, el intermediario debe estar debidamente autorizado para ejercer su actividad por parte de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP).