La garantía entre particulares es un seguro que cubre los daños que le puedan ocasionar a una persona durante una relación contractual. También se le conoce como garantía personal.
Esta garantía se suele contratar en aquellos casos en los que se va a realizar una compraventa de un inmueble, ya que el vendedor debe asegurarse de que el comprador está protegido en caso de que se produzcan daños. También se puede contratar en otras situaciones en las que exista una relación contractual, como por ejemplo, en el alquiler de un vehículo.
La garantía entre particulares suele contratarse por un tiempo determinado y, una vez finalizado, se puede renovar si ambas partes están de acuerdo. En caso de que se produzca algún daño, la persona afectada deberá presentar una reclamación ante la compañía aseguradora para que le sea indemnizada.
Cuando compramos un coche de segunda mano, es importante tener en cuenta que no podemos beneficiarnos de la garantía del fabricante como ocurre cuando se trata de un vehículo nuevo. No obstante, esto no significa que no podamos hacer uso de ningún tipo de protección legal en el caso de que el vehículo adquirido tenga defectos ocultos.
La Ley General de Consumo establece una serie de derechos para el comprador de un vehículo de segunda mano frente al vendedor, en concreto, el derecho a que el vehículo adquirido esté en el estado publicitado, es decir, que cumpla con las características que se hayan indicado en el anuncio.
Asimismo, la ley establece un plazo de dos años a partir de la entrega del vehículo para que el comprador pueda hacer valer sus derechos frente al vendedor en el caso de que el vehículo adquirido presente defectos ocultos. Un defecto es considerado oculto cuando no es aparente para el comprador en el momento de la compra y hace que el vehículo no sea apto para su uso o que su uso sea peligroso.
En el caso de que el comprador detecte un defecto oculto en el vehículo adquirido, deberá notificarlo por escrito al vendedor en el plazo establecido de dos años, haciéndole saber que quiere que se le reembolse el importe pagado o que se le cambie el vehículo por otro en perfecto estado.
Si el vendedor no acepta la devolución del vehículo o el cambio por otro, el comprador podrá acudir a los tribunales de justicia para que sean ellos los que resuelvan el conflicto.
Comprar un coche de segunda mano entre particulares es una gran opción para ahorrar dinero, pero ¿qué garantía tiene el coche que estás comprando? ¿Estás protegido si el coche se avería después de que lo hayas comprado?
La Ley General de Consumidores y Usuarios establece que todos los vendedores de bienes y servicios deben ofrecer una garantía de calidad a sus clientes. Esto significa que, si el coche que compraste se avería en un plazo de dos años después de la compra, el vendedor deberá arreglarlo o reemplazarlo sin coste para ti.
También tienes derecho a que se te reembolse el dinero si el vendedor no puede o no quiere arreglar el coche, o si el arreglo no soluciona el problema. Esto se conoce como la "garantía de conformidad" y cubre defectos de fabricación o de funcionamiento que sean evidentes en el momento de la compra.
En algunos casos, también puedes beneficiarte de una "garantía extendida", que es una garantía adicional que ofrecen algunos vendedores y que cubre problemas que no se hayan manifestado en el momento de la compra. Estas garantías suelen tener un coste adicional y deben estar escritas en el contrato de compraventa.
Por último, también debes tener en cuenta que la mayoría de las compañías de seguros no cubrirán los daños causados por defectos de fabricación o de funcionamiento, así que es importante que asegures el coche contra estos riesgos.
Comprar un coche de segunda mano puede ser una gran opción para ahorrar dinero, pero ¿qué pasa si el coche se avería? ¿Estás preparado para los gastos de reparación?
Aunque comprar un coche de segunda mano puede ser una gran opción para ahorrar dinero, debes tener en cuenta que el coche puede tener problemas. Si el coche se avería, podrías estar enfrentando una factura de reparación de miles de dólares. Por lo tanto, es importante que hagas una investigación antes de comprar un coche de segunda mano y que estés preparado para cualquier eventualidad.
Uno de los principales problemas a tener en cuenta al comprar un coche de segunda mano es el kilometraje. Un coche que ha sido conducido mucho puede tener más problemas que uno que ha sido conducido poco. Así que, si estás considerando comprar un coche de segunda mano, asegúrate de que sea de un concesionario de confianza y de que el coche tenga un buen historial de mantenimiento. De esta forma, podrás estar seguro de que el coche estará en buenas condiciones y que no tendrás que preocuparte por los gastos de reparación.
Otro aspecto a tener en cuenta es el precio. Comprar un coche de segunda mano puede ser más barato que comprar uno nuevo, pero debes asegurarte de que estás consciente de todos los gastos que puedan surgir. Por ejemplo, si el coche necesita una nueva batería o neumáticos, esto puede aumentar el precio. Así que, antes de comprar un coche de segunda mano, asegúrate de que estás consciente de todos los costes asociados.
Una vez que hayas hecho toda tu investigación, podrás estar seguro de que estás comprando un coche de segunda mano que estará en buenas condiciones y que podrás disfrutar durante muchos años. Sin embargo, si el coche se avería, debes estar preparado para hacer frente a los gastos de reparación.