El seguro contra todo riesgo cubre la totalidad del importe de la reparación de los daños que se puedan producir en el vehículo, aunque sean causados por el conductor. No obstante, este seguro no cubre los daños causados por el desgaste natural del vehículo o por la falta de mantenimiento. También es importante tener en cuenta que este seguro no cubre los daños causados por el conductor si éste no tiene la licencia de conducción en regla, si ha cometido un delito con el vehículo o si ha estado bajo los efectos del alcohol o de drogas.
Por lo tanto, el seguro contra todo riesgo es la mejor opción para aquellos conductores que quieren estar cubiertos en todos los casos. No obstante, este seguro suele ser más caro que otros seguros, como el seguro a terceros, por lo que hay que tener en cuenta este factor a la hora de contratar un seguro de coche.