Un granuloma umbilical es una protuberancia benigna que se forma en el ombligo alrededor del sitio de la cadena umbilical. A menudo se ve como una espinilla o un grano. Los granulomas umbilicales son más comunes en bebés, aunque también pueden ocurrir en niños y adultos.
Los granulomas umbilicales se forman cuando un trozo de tejido se queda atrapado en el sitio de la cadena umbilical al cerrarse. El tejido se irrita y se inflama, lo que puede provocar comezón o dolor. A veces, un granuloma umbilical puede sangrar un poco.
Los granulomas umbilicales no son peligrosos y suelen desaparecer por sí solos. Sin embargo, si un granuloma umbilical es muy doloroso o no desaparece, es posible que el médico decida tratarlo.
El tratamiento de un granuloma umbilical puede incluir:
Los granulomas umbilicales suelen desaparecer en unas pocas semanas con el tratamiento. Si no se tratan, los granulomas umbilicales pueden durar varios meses o incluso años. Sin embargo, los granulomas umbilicales no son peligrosos y no causan complicaciones.
Los granulomas umbilicales son protuberancias benignas y no cancerosas que se forman alrededor del ombligo. Se cree que se deben a una inflamación crónica en la piel, y a menudo se forman después de que la cordón umbilical se cae. Aunque los granulomas umbilicales son inofensivos, pueden ser molestos y a veces dolorosos. Si no se tratan, pueden empeorar o infeccionarse.
Los granulomas umbilicales son más comunes en bebés, pero también pueden ocurrir en adultos. En los bebés, los granulomas umbilicales son más comunes en los primeros tres meses de vida. Aproximadamente el 10 por ciento de los recién nacidos tienen uno o más granulomas umbilicales. En los adultos, los granulomas umbilicales son más comunes en mujeres y en personas con obesidad.
Los granulomas umbilicales pueden sanar por sí solos sin tratamiento, pero esto puede llevar varios meses. Si el granuloma umbilical es molesto o doloroso, o si no desaparece por sí solo, es posible que el médico recomiende un tratamiento. El tratamiento puede incluir:
Los granulomas umbilicales son generalmente inofensivos, pero pueden ser molestos. Si no se tratan, pueden empeorar o infeccionarse. El tratamiento puede incluir aplicación de esteroides tópicos, cauterización con azufre caliente o cirugía para remover el granuloma umbilical.
El granuloma umbilical es una inflamación benigna que se produce en el ombligo de los recién nacidos. Se trata de un grupo de células inflamatorias que se forman en la herida umbilical al cerrarse ésta.
El granuloma umbilical es una reacción inflamatoria normal del ombligo del recién nacido, y suele aparecer en los primeros días de vida. En la mayoría de los casos, el granuloma umbilical se resuelve espontáneamente en unas semanas, y no requiere tratamiento. No obstante, en algunos casos el granuloma umbilical puede ser difícil de eliminar, y puede requerir tratamiento.
El granuloma umbilical se produce cuando el cordón umbilical se seco y cae. A veces, el granuloma umbilical puede aparecer después de que el cordón umbilical se ha caído. En estos casos, el granuloma umbilical se produce porque las células inflamatorias se quedan en la herida umbilical.
El tratamiento del granuloma umbilical consiste en la aplicación de una solución suave y esterilizada en la herida umbilical. Esto se hace con una jeringa o un gotero. La solución debe ser suave y no irritar la herida. Si el granuloma umbilical no se resuelve con el tratamiento, puede ser necesario extirparlo quirúrgicamente.
Un granuloma umbilical es una infección del ombligo. Se produce cuando la piel se irrita y se produce una reacción alérgica. El granuloma umbilical es un bulto duro y rojo que puede ser doloroso. Si no se trata, puede infectarse y se puede formar un absceso. El tratamiento de un granuloma umbilical es sencillo. Se puede aplicar una solución antiseptica o cortar el bulto. Si el granuloma umbilical no se trata, puede volver a aparecer.
Los granulomas en bebés son protuberancias benignas que se forman cuando el sistema inmunológico de un niño reacciona de manera exagerada a una irritación o a una infección. Aunque los granulomas suelen desaparecer por sí solos, a veces es necesario tratarlos.
Los granulomas en bebés pueden aparecer en varias partes del cuerpo, pero lo más común es que se forman en la lengua o en la garganta. También pueden aparecer en la nariz, en los labios, en las mejillas o en el mentón. Los granulomas suelen ser de color rojo o morado y pueden tener un tamaño variable, desde unos pocos milímetros hasta varios centímetros.
Aunque los granulomas en bebés suelen ser inofensivos, a veces pueden causar molestias o dolor. En algunos casos, los granulomas pueden obstruir las vías respiratorias de un bebé, lo que puede ser muy peligroso. Por esta razón, es importante que los padres sepan cómo reconocer los granulomas y cómo tratarlos.
Si un bebé tiene un granuloma en la lengua o en la garganta, es probable que tenga dificultades para respirar o para tragar. También puede tener fiebre. Si el granuloma está en la nariz, el bebé puede tener dificultades para respirar por la nariz.
Si un bebé tiene un granuloma, es importante que los padres lo lleven a ver al pediatra lo antes posible. El pediatra examinará el granuloma y, si es necesario, prescribirá un tratamiento. En algunos casos, los granulomas pueden desaparecer por sí solos, pero a veces es necesario tratarlos con medicamentos.
Si un bebé tiene un granuloma en la lengua o en la garganta, el pediatra puede prescribir un antibiótico. Si el granuloma está en la nariz, el pediatra puede prescribir un spray nasal que contenga corticosteroides. Estos medicamentos pueden ayudar a reducir la inflamación y a acelerar la curación.
En algunos casos, el pediatra puede recomendar que se extraiga el granuloma. Esto se puede hacer de varias maneras, pero la más común es cauterizar el granuloma con azufre. También se puede extirpar el granuloma con láser o con cirugía. Si el granuloma no se trata, es posible que vuelva a formarse.