Los problemas del desarrollo del movimiento son comunes en los niños, y muchas veces estos problemas se deben a condiciones médicas tratables. Si su hijo tiene problemas para moverse o controlar los movimientos, es posible que necesite ver a un neurologo. Aquí hay seis señales a buscar para saber si su hijo necesita ver a un especialista.
Su hijo no está alcanzando hitos del desarrollo como gatear, caminar o hablar. Si su hijo tiene más de 18 meses de edad y aún no está gateando o andando, o si tiene más de 24 meses y aún no está hablando en oraciones, póngase en contacto con el pediatra de su hijo. Si su hijo tiene alguna discapacidad, el pediatra puede derivarlo a un neurologo infantil para un examen.
Su hijo tiene dificultad para moverse. Si su hijo se cae con frecuencia, tropieza o tiene dificultad para caminar, puede ser un signo de un problema neurológico. También puede ser un signo de que su hijo necesita lentes. Si su hijo tiene dolor en las articulaciones, especialmente en las rodillas, codos o muñecas, puede ser un signo de que tiene artritis u otro problema neurológico.
Su hijo tiene problemas para controlar los movimientos. Si su hijo tiene dificultad para controlar los movimientos de la mano o el pie, o si tiene temblores o movimientos involuntarios, puede ser un signo de un problema neurológico. También puede ser un signo de que su hijo necesita lentes.
Su hijo tiene dificultad para hablar o para comprender el lenguaje. Si su hijo tiene dificultad para hablar o para comprender el lenguaje, puede ser un signo de un problema neurológico. También puede ser un signo de que su hijo necesita lentes.
Su hijo tiene dificultad para ver o para enfocar los ojos. Si su hijo tiene dificultad para ver o para enfocar los ojos, puede ser un signo de un problema neurológico. También puede ser un signo de que su hijo necesita lentes.
Si su hijo tiene cualquiera de estos signos, póngase en contacto con el pediatra de su hijo. El pediatra puede derivarlo a un neurologo infantil para un examen. También puede derivarlo a un oculista infantil para un examen de los ojos.
Un niño puede necesitar ir al neurólogo por diversos motivos. A continuación, se mencionan algunas de las razones más comunes:
Si su hijo presenta cualquiera de los síntomas anteriores, es importante que acuda al médico de inmediato. El médico podrá diagnosticar el problema y, si es necesario, derivar al niño al neurólogo. Muchos problemas de salud infantil pueden ser tratados de manera eficaz si se diagnostican y se tratan a tiempo.
El neurologo infantil es un medico especializado en el tratamiento de enfermedades del sistema nervioso en bebes, ninos y adolescentes. Estos especialistas se concentran en diagnosticar y tratar afecciones que afectan el cerebro, la medula espinal y los nervios. Estas enfermedades pueden incluir enfermedades degenerativas, trastornos del movimiento, convulsiones, dolores de cabeza y otras condiciones.
Los neurólogos infantiles se especializan en el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades del sistema nervioso, que incluyen el cerebro, el cerebelo, el tronco cerebral, los nervios periféricos, el músculo y las vías nerviosas. Según la American Academy of Neurology, un neurólogo infantil debe tener cuatro años de entrenamiento médico, incluyendo un año de residencia en pediatría, y seis años de residencia en neurología.
Algunas de las preguntas que un neurólogo infantil puede hacerle a un paciente o a sus padres son:
Los neurólogos infantiles también pueden realizar pruebas para diagnosticar enfermedades neurológicas. Estas pruebas pueden incluir una tomografía computerizada (TC) o una resonancia magnética (RM) para buscar anomalías en el cerebro, un electroencefalograma (EEG) para detectar patrones anormales de actividad cerebral, o una prueba de líquido cefalorraquídeo (LCR) para buscar infecciones o enfermedades del sistema nervioso.
La neurología pediátrica es una especialidad médica que se centra en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos del sistema nervioso de los niños. Estos trastornos pueden incluir enfermedades del cerebro, la médula espinal y los nervios.
La neurología pediátrica también se ocupa de la evaluación y el tratamiento de los trastornos del desarrollo, como el retraso del lenguaje, el trastorno del espectro autista y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Los médicos que se especializan en neurología pediátrica trabajan en estrecha colaboración con otros profesionales de la salud, como neurocirujanos, neurólogos, psiquiatras y psicólogos. Esto es para asegurarse de que los niños reciban el mejor tratamiento posible.