Los traumatismos son lesiones producidas por un impacto externo en el cuerpo, y pueden ser muy graves. Aunque la mayoría de las veces no requieren de tratamiento especializado, en algunos casos es necesario acudir a un especialista.
Los traumatismos más comunes son los contusiones, esguinces y fracturas. Las contusiones son lesiones en la piel que no requieren de tratamiento especial, pero es importante aplicar hielo en la zona afectada para reducir la inflamación. Los esguinces son lesiones en los ligamentos, y las fracturas son lesiones en los huesos. En ambos casos, es necesario acudir al médico para que evalúe la gravedad de la lesión y pueda recetar el tratamiento adecuado.
Otras lesiones más graves que requieren de atención médica inmediata son los cortes profundos, las quemaduras y las heridas penetrantes. Los cortes profundos requieren sutura o cierre, las quemaduras requieren de tratamiento específico y las heridas penetrantes pueden requerir cirugía.
En general, es recomendable acudir al médico en los siguientes casos:
Los traumatólogos son médicos especialistas en el tratamiento de las lesiones y enfermedades del esqueleto y sus articulaciones. Su principal objetivo es mejorar y recuperar la movilidad de los pacientes. Aunque suele asociarse la figura del traumatólogo con el tratamiento de las fracturas, este es un especialista en un área mucho más amplia de la ortopedia.
La ortopedia es la especialidad médica que se dedica al estudio, diagnóstico y tratamiento de las patologías que afectan al aparato locomotor, es decir, al sistema que permite el movimiento del cuerpo humano.
El aparato locomotor está formado por el esqueleto, las articulaciones, los músculos, los tendones y los ligamentos. Las patologías que afectan a cualquiera de estos elementos pueden ser tratadas por un traumatólogo.
Entre las principales patologías que trata el traumatólogo se encuentran las fracturas, las luxaciones, las distensiones, las esguinces, las tendinitis, las bursitis, las patologías degenerativas de las articulaciones (como la artrosis), las patologías del hueso (como el osteoporosis) y las patologías del sistema nervioso periférico (como la neuropatía diabética).
En muchos casos, el tratamiento de estas patologías requiere de un intervención quirúrgica. Por ello, los traumatólogos suelen estar especializados en cirugía ortopédica y en cirugía de columna. No obstante, en la actualidad cada vez son más los traumatólogos que se especializan en tratamientos no quirúrgicos.
Algunos de los tratamientos no quirúrgicos más utilizados por los traumatólogos son la fisioterapia, la terapia ocupacional, la acupuntura, la osteopatía y la masaje.
Si padeces cualquier patología que afecte al aparato locomotor, lo más recomendable es que acudas a un centro médico especializado en ortopedia y traumatología. En el centro podrás realizarte una exploración física completa y una serie de pruebas diagnósticas (como la radiografía, la ecografía o la resonancia magnética). Con base en estos diagnósticos, el especialista podrá determinar el tratamiento más adecuado para tu caso.
Los problemas que trata el traumatólogo son aquellos que se relacionan con las fracturas, esguinces, luxaciones y heridas en general. Estos problemas pueden ser causados por accidentes, deportes o simplemente por el paso del tiempo. En algunos casos, el problema puede estar relacionado con una enfermedad degenerativa como la artritis.
El tratamiento de estos problemas requiere de una expertise médica especializada y el uso de técnicas y equipos especializados. En la mayoría de los casos, el tratamiento puede realizarse en el consultorio del médico o en una clínica especializada. Sin embargo, en algunos casos más graves, el paciente puede requerir de una hospitalización.
El traumatólogo es el médico especialista en el tratamiento de estos problemas. Se trata de un médico altamente capacitado y especializado en el manejo de este tipo de problemas. En la mayoría de los casos, el médico tendrá una formación especial en el área de la cirugía ortopédica.