Los anticoagulantes son medicamentos que se usan para evitar que la sangre se coagule. Existen varios tipos de anticoagulantes, y el médico ayudará a determinar cuál es el mejor para usted en función de su edad, estado de salud y otros medicamentos que esté tomando. Algunos anticoagulantes son más eficaces que otros, y algunos pueden ser más seguros para algunas personas. Aquí están algunos de los anticoagulantes más seguros:
- Heparina: Heparina es un anticoagulante que se usa para tratar y prevenir la coagulación de la sangre. Se puede administrar por vía intravenosa (IV) o intramuscular (IM), y también se puede administrar como una inyección subcutánea (bajo la piel). Heparina es generalmente segura, pero puede causar algunos efectos secundarios, como náuseas, vómitos, diarrea, dolor de estómago, dolor de espalda y dolor de cabeza.
- Warfarina (Coumadin): Warfarina es un anticoagulante que se usa para tratar y prevenir la coagulación de la sangre. Se toma como una pastilla, y puede causar algunos efectos secundarios, como náuseas, vómitos, diarrea, dolor de estómago, dolor de espalda y dolor de cabeza. Warfarina también puede aumentar el riesgo de sangrado, lo que puede ser peligroso.
- Aspirina: Aspirina es un anticoagulante que se usa para tratar y prevenir la coagulación de la sangre. Se toma como una pastilla, y puede causar algunos efectos secundarios, como náuseas, vómitos, diarrea, dolor de estómago, dolor de espalda y dolor de cabeza. Aspirina también puede aumentar el riesgo de sangrado, lo que puede ser peligroso.
Los anticoagulantes son medicamentos muy eficaces para tratar y prevenir la coagulación de la sangre. Sin embargo, también pueden causar algunos efectos secundarios. Si usted experimenta cualquiera de los siguientes síntomas, debe llamar a su médico de inmediato:
- Dolor de pecho
- Respiración corta o jadeo
- Mareos o desmayos
- Hinchazón de pies, tobillos o piernas
- Dolor de cabeza intenso o persistente
- Sangrado inusual o excesivo
- Moretones o equimosis inusuales
- Hierbas, suplementos o medicamentos que aumenten el riesgo de sangrado