El corazón humano es un músculo que se contrae y se relaja para bombear sangre a todo el cuerpo. La contracción del corazón se llama sístole y la relajación se llama diástole. Durante la sístole, los ventrículos se contraen y durante la diástole, los ventrículos se relajan. La diástole del corazón comienza cuando los ventrículos terminan de contraerse y se relajan para llenarse de sangre.
La diástole del corazón se divide en tres fases: la fase de contracción, la fase de isovolumétrica y la fase de llenado. En la primera fase, los ventrículos se contraen y la presión en el ventrículo izquierdo aumenta. En la segunda fase, los ventrículos se detienen y la presión en los ventrículos se estabiliza. En la tercera y última fase, los ventrículos se relajan y se llenan de sangre.
La diástole del corazón es importante porque es cuando el corazón se llena de sangre y se prepara para la siguiente contracción. La diástole también permite que la sangre se mueva hacia los pulmones para ser oxigenada.