El seguro de tu trabajo es una protección que cubre los gastos médicos y de rehabilitación en caso de que sufras una lesión en el trabajo. También cubre a tu familia en caso de que fallezcas a causa de un accidente de trabajo. El seguro de tu trabajo está asegurado por la compañía de seguros de tu empleador y es gratuito para ti. Si eres lesionado en el trabajo, debes ponerte en contacto con tu empleador inmediatamente y solicitar una copia del Formulario de notificación de accidente de trabajo. Una vez que se haya completado el formulario, debes enviarlo a la compañía de seguros de tu empleador. Si necesitas atención médica, debes ponerte en contacto con el médico designado por la compañía de seguros de tu empleador. Si no estás de acuerdo con la decisión del médico designado por la compañía de seguros, puedes solicitar una segunda opinión médica. Si aún no estás de acuerdo con la decisión del médico, puedes solicitar una audiencia ante el Comité de seguros de tu estado. El Comité de seguros de tu estado es un panel de médicos y abogados que evalúan los casos de lesiones en el trabajo. Si el Comité de seguros de tu estado decide que tu lesión no está cubierta por el seguro de tu trabajo, puedes presentar una demanda en el tribunal.
El seguro de tu trabajo no cubre todas las lesiones. Algunas lesiones no están cubiertas por el seguro de tu trabajo, como las que se producen fuera del horario de trabajo, las que se producen en el curso de una actividad ilícita o las que se producen como resultado de tu propia negligencia. Si tu lesión no está cubierta por el seguro de tu trabajo, aún puedes presentar una demanda en el tribunal, pero tendrás que demostrar que tu empleador es responsable de tu lesión. Si ganas tu demanda, tu empleador será responsable de cubrir todos tus gastos médicos y de rehabilitación, así como cualquier otro daño que hayas sufrido, como la pérdida de salarios o de capacidad laboral.