En la mayoría de los casos, los trabajadores tienen derecho a recibir una indemnización por los daños y perjuicios causados por un accidente de trabajo. Sin embargo, el pago de esta indemnización puede ser diferente en función de la naturaleza y gravedad del accidente, así como de la legislación aplicable en el país en el que ocurrió el accidente.
En algunos países, el pago de la indemnización por accidente de trabajo está cubierto por el seguro social o por un fondo especial de compensación, mientras que en otros países es responsabilidad directa de la empresa u organismo en el que ocurrió el accidente. En algunos casos, el pago de la indemnización puede ser compartido entre la empresa y el seguro social o el fondo de compensación.
En la mayoría de los casos, la indemnización por accidente de trabajo se calcula en función de la gravedad de las lesiones sufridas, así como de los daños materiales y los perjuicios psicológicos ocasionados. También se tienen en cuenta otros factores, como la edad de la víctima, su estado de salud previo al accidente, si tuvo que dejar de trabajar como consecuencia del accidente, etc.
En algunos países, la indemnización por accidente de trabajo puede ser reducida o incluso negada si se determina que la víctima ha sido culpable de negligencia o imprudencia. Por ejemplo, si la víctima no utilizaba el equipo de protección adecuado o no siguió las instrucciones de seguridad de la empresa.
En la mayoría de los casos, el pago de la indemnización por accidente de trabajo se realiza en una sola suma, aunque en algunos casos puede estar previsto que se pague en varias cuotas. También es posible que se establezca una pensión mensual para las víctimas que hayan quedado incapacitadas para trabajar o para sus familiares en el caso de fallecimiento.