Si te han cobrado de más o te han cobrado por un producto o servicio que no has recibido, puedes presentar una denuncia ante la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP).
Para hacerlo, debes reclamar primero a la empresa de recobros. Si no te atienden o no estás satisfecho con la respuesta, puedes presentar la denuncia en la Oficina de Atención al Consumidor (OAC) o directamente en la DGSFP.
La denuncia se puede presentar de forma presencial, telefónica o por internet. En todos los casos, debes indicar tu nombre, apellidos, domicilio y teléfono. También debes especificar qué producto o servicio estás denunciando y aportar toda la información y documentación que tengas.
Una vez recibida tu denuncia, se abrirá un expediente de investigación. Si se considera que la empresa de recobros ha cometido una infracción, se le aplicarán las sanciones correspondientes.
En cualquier caso, debes conservar toda la documentación y los justificantes de los pagos realizados. Te serán de gran ayuda para acreditar tu denuncia.
Cuando una persona no paga una deuda, lo primero que suele ocurrir es que la empresa acreedora envía una carta de recordatorio. Si la deuda no se paga, la empresa puede optar por contratar los servicios de una empresa de recobros. Las empresas de recobros son compañías especializadas en cobrar deudas impagadas.
Las empresas de recobros generalmente utilizan una serie de tácticas para cobrar deudas, como el envío de cartas y llamadas telefónicas persistentes. Si la deuda sigue sin ser pagada, la empresa de recobros puede tomar medidas más extremas, como el embargo de bienes, la cancelación de servicios o incluso la demanda.
¿Qué pasa si no pago a una empresa de recobros?
Si no se paga a una empresa de recobros, esta puede tomar medidas extremas para cobrar la deuda, como el embargo de bienes, la cancelación de servicios o incluso la demanda. Estas medidas pueden tener un efecto negativo en la vida diaria de una persona y, en algunos casos, pueden llevar a la persona a la ruina financiera.
La prescripción de una deuda es el tiempo que una persona tiene para reclamar una deuda. Una vez que el tiempo de prescripción ha pasado, la deuda ya no puede ser cobrada legalmente. En España, el tiempo de prescripción de una deuda es de cinco años. Esto significa que, si una persona no paga una deuda en cinco años, la deuda prescribe y la persona ya no tiene que pagarla.
El tiempo de prescripción empieza a contar desde el día en que se debe pagar la deuda. Por ejemplo, si una deuda se debe pagar el 1 de enero de 2015, el tiempo de prescripción empieza a contar ese día y termina el 31 de diciembre de 2019. Si la persona no paga la deuda antes del 31 de diciembre de 2019, ya no puede ser cobrada.
El tiempo de prescripción se puede interrumpir si la persona que debe la deuda acepta que debe la deuda, por ejemplo, al firmar un documento que dice que debe la deuda. Si el tiempo de prescripción se interrumpe, el tiempo de prescripción empieza a contar de nuevo desde el día en que se aceptó que se debe la deuda.
El tiempo de prescripción también se puede interrumpir si la persona que debe la deuda empieza a pagar la deuda. Si la persona paga sólo una parte de la deuda, el tiempo de prescripción sólo se interrumpe para la parte de la deuda que se ha pagado. Por ejemplo, si una deuda es de 1.000 euros y la persona paga 500 euros, el tiempo de prescripción se interrumpe para los 500 euros que se han pagado y sigue para los otros 500 euros.
El tiempo de prescripción no se puede interrumpir si la persona que debe la deuda niega que debe la deuda. Por ejemplo, si una persona recibe una carta de una empresa de recobros que dice que debe 1.000 euros y la persona niega que debe la deuda, el tiempo de prescripción sigue contando y no se puede interrumpir.
Si la persona que debe la deuda muere, el tiempo de prescripción sigue contando para los herederos de la persona. Por ejemplo, si una persona muere el 1 de enero de 2019 y deja una deuda de 1.000 euros, el tiempo de prescripción sigue contando y termina el 31 de diciembre de 2019. Si los herederos no pagan la deuda antes del 31 de diciembre de 2019, ya no puede ser cobrada.
Si la persona que debe la deuda cambia de domicilio, la empresa de recobros tiene que notificar el cambio de domicilio a la persona. Si la empresa de recobros no notifica el cambio de domicilio, el tiempo de prescripción sigue contando y no se puede interrumpir.
Si se siente perseguido o amenazado por una empresa de cobros, lo primero que debe hacer es ponerse en contacto con la empresa y solicitarles que detengan los cobros. Si la empresa no cumple, entonces puede denunciarla. Aquí hay algunos sitios web donde puede denunciar a una empresa de cobros:
Si la empresa de cobros no cumple con la ley, puede presentar una demanda en su tribunal local de distrito.
En algunos casos, las llamadas de recobros pueden ser molestas e incluso intimidantes. Es importante que sepas qué hacer si te llaman de recobros para que puedas proteger tus derechos y evitar problemas. Si recibes una llamada de recobros, lo primero que debes hacer es pedir el nombre de la persona que te llama. Luego, pregunta por qué te están llamando. Si no puedes responder la pregunta, pide que te lo expliquen por escrito. Si la persona que te llama no quiere hacerlo, entonces es posible que no se trate de una llamada legítima de recobros.
Una vez que sepas por qué te están llamando, pregunta por la cantidad exacta que debes. Si no estás seguro de que la cantidad sea correcta, pide que te envíen una notificación por escrito. Si la persona que te llama no quiere hacerlo, entonces es posible que no se trate de una llamada legítima de recobros. También puedes pedir que te envíen una notificación por escrito si no reconoces la deuda. Si la persona que te llama no quiere hacerlo, entonces es posible que no se trate de una llamada legítima de recobros.
Una vez que sepas cuánto debes y por qué, pregunta por qué no se le ha notificado a tu abogado si tienes uno. Si la persona que te llama no quiere hacerlo, entonces es posible que no se trate de una llamada legítima de recobros. Si no tienes abogado, entonces puedes preguntar si la persona que te llama está dispuesta a esperar unos días para que puedas obtener uno. Si la persona que te llama no quiere hacerlo, entonces es posible que no se trate de una llamada legítima de recobros.
En general, las llamadas de recobros legítimas serán pacientes y estarán dispuestas a responder a todas tus preguntas. Si te sientes intimidado o si la persona que te llama no quiere responder a tus preguntas, entonces es posible que no se trate de una llamada legítima de recobros. Si tienes dudas, puedes pedir el número de teléfono de la persona que te llama y llamar a la oficina del abogado general de tu estado para verificar si se trata de una llamada legítima. También puedes pedir el número de fax de la persona que te llama y enviar una notificación por fax pidiendo que dejen de llamar. Si la persona que te llama no quiere hacerlo, entonces es posible que no se trate de una llamada legítima de recobros.