Las personas con discapacidad tienen el mismo derecho que todas las demás a estar seguras. Sin embargo, a veces pueden necesitar un poco de ayuda para estar seguras. Aquí hay algunas cosas que puedes hacer para ayudar a asegurar a una persona con discapacidad:
Comunícate. Asegúrate de que la persona con discapacidad entienda lo que está pasando. Si hay un problema, explícale de manera clara y concisa qué está pasando y qué puede hacer para ayudar. Si no entiende lo que estás diciendo, trata de explicarlo de otra manera. También puedes preguntar si necesita ayuda para entender lo que está pasando.
Escucha. Asegúrate de escuchar lo que la persona con discapacidad tiene que decir. Si necesita ayuda para expresar lo que está pensando o sintiendo, ayúdalo a encontrar una manera de hacerlo. Tómate tu tiempo para escuchar y entender lo que está diciendo. No lo interrumpas ni lo ignores.
Respeta. Asegúrate de respetar los derechos y la privacidad de la persona con discapacidad. Pregúntale si puedes ayudar antes de hacer algo por él o ella. No asumas que sabe lo que necesita o quiere. Si no está seguro de algo, pregúntele. Nunca le hagas algo a la persona con discapacidad sin su consentimiento.
Apoya. Asegúrate de que la persona con discapacidad tenga la ayuda y el apoyo que necesita para estar segura. Si necesita ayuda para hacer algo, ofrécete a ayudar. Si no puedes ayudar, busca a alguien más que pueda hacerlo. Asegúrate de que la persona con discapacidad sepa dónde encontrar ayuda si la necesita.
Las personas con discapacidad tienen derecho a estar seguras. Comunícate, escucha, respeta y apoya para ayudar a asegurar a una persona con discapacidad.
Según el artículo 103 de la Ley General de Inclusión de las Personas con Discapacidad, las personas con discapacidad tienen derecho a una relación laboral de acuerdo con sus capacidades y a una remuneración justa. Esto significa que, en general, se les debe hacer el mismo tipo de contrato que a cualquier otra persona, salvo en aquellos casos en que, por su discapacidad, no puedan desempeñar las mismas tareas o requieran de un horario especial.
En el contrato de trabajo deberán especificarse las funciones a realizar, el lugar de trabajo, el horario, la remuneración y la duración del contrato, así como cualquier otra cláusula que se considere necesaria. En el caso de las personas con discapacidad, deberán tenerse en cuenta sus necesidades específicas y, en su caso, se podrán establecer cláusulas especiales que se adapten a su situación, siempre que no supongan una discriminación.
Asimismo, según el artículo 104 de la Ley, las personas con discapacidad tienen derecho a una adaptación razonable del contrato de trabajo, siempre que no perjudique el cumplimiento de sus funciones. Esta adaptación puede consistir, por ejemplo, en un horario especial o en la modificación de las tareas a realizar, siempre que sean compatibles con las capacidades de la persona.
La Ley General de Accesibilidad Universal para las Personas con Discapacidad (LGAAUD) establece el porcentaje mínimo de personas con discapacidad que deben contratarse en empresas y dependencias de la administración pública federal. Según la ley, el porcentaje mínimo de trabajadores con discapacidad es del 2% del total de la plantilla en empresas con más de 100 trabajadores, y del 4% en aquellas con más de 250 empleados.
Para contratar a una persona con discapacidad, la empresa debe solicitar una certificación de discapacidad a través del Instituto Nacional de Educación para los Adultos Mayores (INEA). El certificado de discapacidad debe estar vigente y acreditar que la persona cuenta con una discapacidad igual o superior al 33%.
Una vez que se cuenta con el certificado de discapacidad, la persona interesada debe presentar su solicitud de empleo a la empresa, acompañada de los documentos requeridos. En el caso de que la persona sea seleccionada para el puesto, la empresa deberá elaborar una constancia de capacitación específica para la persona con discapacidad, en la que se detallarán las tareas a realizar, los requisitos y las habilidades necesarias para el puesto.
La Ley de Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad establece que las empresas deben reservar el 4% de sus puestos de trabajo para personas con discapacidad. Sin embargo, muchas veces esta reserva no se cumple porque las empresas no saben cómo contratar a una persona con discapacidad o no saben cuáles son los beneficios de hacerlo.
Contratar a una persona con discapacidad tiene muchos beneficios, tanto para la empresa como para el empleado. Algunos de estos beneficios son:
Contratar a una persona con discapacidad es beneficioso tanto para la empresa como para el empleado. Las empresas que contratan a personas con discapacidad son percibidas como empresas inclusivas y responsables socialmente, además de mejorar su productividad y reducir el absentismo.